El niño sicario que trabajó para el Cártel del Pacífico
- Tenía 11 años cuando inicio en el crimen organizado
- Se encargaba de asesinar
- Creció en el mundo de las drogas
A su corta edad «El Ponchis» como era conocido en el mundo del narcotráfico se encargaba de matar, mutilar, degollar y torturar a quien sus jefes le ordenaban. Sin embargo fue estremecedor conocer que se trataba de un infante. Hoy te contamos la historia de el niño sicario que trabajó para el Cártel del Pacífico.
Una mañana del 2010 los vecinos de Topilejo pueblo ubicado al sur de la Ciudad de México fueron testigos de estremecedores hechos. Por la fuerte mobilización se esperaba que fuera la captura de «un capo de los grandes», sin imaginar que iban por un niño sicario.
El niño sicario que trabajó para el Cártel del Pacífico
Según Infobae varios elementos del ejército mexicano irrumpieron en el lugar ubicado en Topilejo, pues con anterioridad habían visto un par de pistas que habían captado su atención y daban indicio que se trataba de algún grupo criminal asentado por la zona.
Dentro de las pistas que habían reunido con anterioridad se encontraban varios vehículos sin placas y la identificación de algunos hombres armados, por lo que rápidamente los oficiales decidieron a revisar el lugar, además de que corría el rumor de que «había un niño con ellos».
Había asesinado a cuatro personas por su propia cuenta
Pensando que se trataría de un secuestro se puso más atención al respecto, sin embargo lo que se descubriría los dejó atónitos. Al arribar identificaron a «El Ponchis», un joven de 14 años que había sido autor intelectual de las últimas cuatro muertes de la zona, pues el mismo los había degollado.
Édgar N. conocido como «El Ponchis» había comenzado su actividad delictiva desde los 11 años, y tras su detención confesó que asesinó a esas cuatro personas por ordenes de un «jefe» del Cártel del Pacífico, apodado “El Negro” Hernández Radilla.
El niño sicario creció entre droga
Según Noticias MVS , Édgar nació y creció en el ámbito de la droga, sus padres eran drogadictos y se encontraban recluidos por sus adicciones, situación por la que su abuela tenía la custodia del menor. Años más tarde su abuela murió de diabetes y su padre fue dado de alta, aunque eso no le ayudó mucho, pues prácticamente era inexistente en la vida del menor.
Con esta situación, Édgar, se mudó con una tía a un departamento en Cuernavaca, donde permaneció poco tiempo luego de ser expulsado por cuarta vez de la escuela. Su historia comienza con el despojo y abandono de sus padres, y el romance de una de sus hermanas como punto de partida para explorar el mundo del narcotráfico.
Sus maestros fueron las malas compañías
A Édgar nunca le gustó la escuela, situación por la que era constantemente expulsado de instituciones educativas y sus “maestros” fueron las malas compañías y las drogas, pues desde los 11 años llevó a cabo su primer asalto a un negocio local.
Según El Heraldo, tras la detención en 2010 de «El Ponchis» se le condenó a tres años de prisión por cuatro homicidios, tres secuestros y tráfico de drogas, además de estar identificado como miembro de el Cártel del Pacífico Sur, así como portación de armas especializadas para militares, y posesión de marihuana y cocaína.
«El Ponchis» cumplió su condena
Además de pagar 4,5 millones de pesos para indemnizar a los familiares de las víctimas, otro juez investigará el asunto más adelante. Actualmente, “El Ponchis” cumplirá 26 años. Lo último que quedó registrado es que cuando terminó de cumplir su condena, volvió a vivir con su madre en San Diego, EE.UU. y participó allí en un programa especial de protección de testigos.
Sin duda esta historia del narcotráfico en México impactó y conmocionó a la sociedad, y alertó a las autoridades de otra cara desconocida del crimen organizado: el posible inició de integración de «niños sicarios» a las células delictivas o los grandes cárteles.
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