El mayor miedo de «El Chapo» que lo atormenta desde niño
- Revelaron su secreto
- Nadie imaginaria el temor del capo
- Lo persigue desde la infancia
Para el líder del Cártel de Sinaloa se pensaría que no existe ningún temor pues se había mostrado como un hombre poderoso, egocéntrico y decidido para realizar actividades delicitivas. Sin embargo mientras se encuentra pagando una cadena perpetua se muestra vulnerable. Hoy te contamos de el mayor miedo de «El Chapo» que lo atormenta desde niño.
El capo guardó un profundo miedo por un incidente en la infancia que nunca pudo olvidar. Sin embargo recientemente se sinceró con una especialista involucrada en su caso, la cual le brindó confianza a «El Chapo» para que el externara su mayor miedo.
El mayor miedo de «El Chapo» que lo atormenta desde niño
“‘Joaquín ¿a qué le temes?’, le pregunté al ‘Chapo’ Guzmán mientras este comía dentro del espacio que se adaptó para nuestras entrevistas. Yo tomaba agua y estábamos relajados”, reveló la criminóloga Mónica Ramírez Cano a través de su cuenta de Twitter en Septiembre del 2021 quien pudo realizar un análisis profundo de su comportamiento cuando estuvo preso en México.
“Usted sabe que soy poco de temer, pero lo que sí me da mucho miedo es la oscuridad”, le respondió entonces Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, a Ramírez Cano en una de las entrevistas que le hizo en 2016, periodo durante el cual realizó su perfil criminal en el Penal de Máxima Seguridad de La Palma, en el Estado de México .
Terror a la obscuridad
“Es que déjeme le cuento que cuando yo era chiquito, teníamos que salir al baño y atravesar el patio trasero que en un costado tenía una fuente y un día que salí en la madrugada, ya no me podía aguantar, en ese momento, algo muy pesado cayó en la fuente y salí hecho una bala, ocasionó tal ruido que también uno de mis hermanos se despertó del susto”, reveló «El Chapo» según tweets de Mónica.
Y continuó su episodio: “Nombre oiga, estábamos tan asustados, yo más, que jamás pude atravesar ese patio solo”. Según Notigram, Ramírez Cano se sentaba durante horas, antes de que fuera extraditado a Estados Unidos en enero de 2017, frente a uno de los narcotraficantes más conocidos en todo el mundo. El Chapo, primero en el Altiplano, en el Estado de México, y después en Ciudad Juárez, le revelaba sus secretos más íntimos.
«El Chapo» es un caso particular
“Es una persona respetuosa, cuida mucho las formas, cordial, amable, muy reservada, pero cuando entablas confianza puedes platicar con él de manera extraordinaria, lo que te permite saber cómo opera su mente”, explicó la criminóloga en entrevista a W Radio.
Aseguró además para W Radio que «El Chapo», en su mente, es un “empresario” que encontró un área de oportunidad por la vía de la ilegalidad, y aunque demostró ser muy talentoso para los negocios ilícitos, su “IQ es normal”. A diferencia de otros capos que tienden a personalizar más el ejercicio de la delincuencia, como el Z-40 que comete actos atroces de violencia, Guzmán Loera es un capo de la vieja escuela que respeta la palabra.
Aceptó tener adicciones
«El Chapo» considera, de acuerdo con sus pláticas, que el peor delito que existe es el secuestro, y sobre el narcotráfico opina que la gente consume drogas porque elige hacerlo. Tiene una frase que siempre pronuncia: “Los hechos son los que te recomiendan”.
Además de ser adicto a las mujeres, ante la especialista admitió tener 23 hijos reconocidos, asimismo, tiene un narcisismo marcado. “No es un psicópata. Tiene rasgos psicopáticos y rasgos narcisistas que se reflejan en una necesidad de admiración, de sentirse único y especial”, expresó Ramírez.
La verdad detrás de «El Chapo»
Según Infobae, la psicóloga criminal ya conocía su historia y eso no era lo que le interesaba: cómo fue que el hijo de campesinos de la sierra de Sinaloa, rechazado por su padre, construyó el imperio de droga más poderoso en la historia.
Ella va por los detalles en las pláticas. Aquellas claves que se filtran de las conversaciones y que revelan quién está detrás del mito. Logrando exponer temas tan vulnerables como el mayor miedo de «El Chapo» que lo atormenta desde niño.
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