Crónica: Conductor latino desafía al oficial Peña
- Crónica: Conductor latino desafía al oficial Peña
- Se enojó porque lo arrestó por manejar borracho
- “Eres un cobarde… Mier… Hijo de pu…”, le dijo
Crónica: Erick González, es un hispano de 35 años y residente de Georgia que fue detenido nada más ni nada menos que por el famoso oficial Benny Peña.
Este veterano agente del Departamento de Policía de la ciudad de Norcross es popular y además muy temido por su experiencia en atrapar conductores intoxicados.
De hecho, entre la comunidad latina de nuestro estado se le conoce como el “caza borrachos” de Atlanta y hasta la fecha, ha metido preso a cientos de infractores.
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A la enorme lista de los detractores del trabajo que ejerce Peña se suma Erick González y no es para menos, pues él acaba de ser testigo de la rigidez del uniformado.
Los problemas de Erick comenzaron cuando salió de una discoteca de la localidad de Norcross tras haber estado departiendo con varios de sus amigos y una chica muy bonita.
Resulta ser que ya era de madrugada y aún estaba oscuro, cuando salió de su estacionamiento Erick le pegó sin querer a otro auto que estaba estacionado.
Al darse cuenta de ello, en lugar de bajarse para tratar de resolver el asunto, Erick intentó abandonar el lugar a toda prisa.
El dueño llamó en el acto a la policía
Dicha irresponsabilidad no le cayó nada en gracia al propietario de la unidad afectada, quien se vio en la necesidad de marcar al 911.
Varias patrullas llegaron al sitio de inmediato y tras tomar el reporte del denunciante, comenzaron a buscar por los alrededores el automóvil en cuestión.
No tardaron en localizar el carro que conducía Erick y le ordenaron detener la marcha. Este al ver las luces azules de una de las patrullas acató la indicación de pararse.
Lo que siguió después fue algo sumamente interesante, pues, al parecer, el conductor latino se quiso pasar de listo con el oficial Peña para presumir ante la chica que lo acompañaba.
Entre risas y burlas, evadía las preguntas
En el video que fue grabado por la cámara corporal de Peña, se puede apreciar cómo Erick intentó salirse con la suya al verse descubierto tras el volante con sus cervezas encima.
Peña lo bajó del automóvil y tras sentirle olor a licor, de inmediato comenzó a interrogarlo. “Cuántas cervezas te tomaste esta noche”, le preguntó.
La respuesta del hispano fue una sonrisa sarcástica… Luego le cuestionó mientras le señalaba su cámara en el pecho: “¿Me estás grabando verdad?”.
Peña fue muy sincero y tajante: “Sí te estoy grabando…”, “pues entonces te responderé: no he tomado nada”. “¿Entonces estás bien para seguir manejando?” … “Claro que sí…”.
El muy astuto se negó a someterse a las pruebas
Ante su respuesta afirmativa de que estaba en todas sus facultades para continuar la marcha, Peña le dijo que le iba a efectuar una serie de análisis y así confirmar su versión.
Erick se negó en el acto. “No haré ningún tipo de pruebas”, en dejó en claro. “Entonces voy a tener que arrestarte aquí y ahora mismo”, le advirtió el funcionario.
“Pues arréstame y ya”, lo retó él. Peña ni lento ni perezoso, procedió a ponerle las esposas y lo sentó en el asiento trasero de su patrulla.
Una vez ahí, Erick ahí, pensó que ya estaba a salvo de la cámara del agente Peña, puesto que estaba iba manejando rumbo a la cárcel y entonces empezó a insultarlo.
“Así te vas a morir hijo de pu…”
Erick sacó entonces a relucir todo su mal léxico. “Ya sé quién tu eres. El oficial Peña. El que se la pasa arrestando borrachos. Pinc… cobarde…”.
“Lo peor es que solo arrestas a hispanos como tú. Eres un hijo de pu… Eres una mier… Así te vas a morir fracasado”, le dijo en tono molesto.
A todo eso, Peña lo ignoraba. Lo que Erick desconocía es que estaba siendo grabado por la cámara especial en el asiento trasero de la misma patrulla.
Al final, acabó preso acusado de manejar ebrio (DUI), causar un accidente y abandonar la escena (hit and run) y llevar latas de bebida abierta en su carro (open container).
¿Había necesidad de meterse en este rollo?
Le fue bien, porque no lo acusaron de conducta desordenada por todo lo que le dijo al agente. A pesar de ello, le tocó pagar una fianza de casi 3 mil dólares para salir de prisión.
Y eso es poco en comparación con lo que gastará para salir de este lío legal. Un solo caso de DUI le puede costar a una persona hasta 20 mil dólares en gastos de defensa y multas.
Francamente Erick se metió en este problema porque quiso. Nada le hubiera costado pedir un taxi al salir del antro y volver por su carro al día siguiente.
Ojalá que este muchacho aprenda la lección y no vuelva a hacer lo mismo. Gracias por leer mi crónica de hoy en MundoNow. Por favor compártela y hasta la próxima.
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