¿Por qué es bueno que tu hijo ande descalzo?

Es cierto que andar descalzo es un hábito que puede llegar a ser mal visto en algunas culturas, pero si se realiza de manera moderada, especialmente en la infancia, ayudará con el desarrollo físico e incluso emocional de los niños ¡Aquí te contamos cómo!

4. Es bueno para el sistema nervioso

Una de las principales ventajas de que un niño camine descalzo mientras se encuentra en casa es que esto puede llegar a estimular terminales nerviosas en la planta de los pies y puntos focales conocidos por disminuir el riesgo de algunas enfermedades.

Cuando un niño camina descalzo, también se reduce considerablemente el riesgo de que padezca enfermedades cardiacas o diabetes; además, cuando los puntos focales en las plantas de los pies son estimulados, el niño siente más calma durante el día.

3. Andar descalzo favorece el sistema inmune

En algunas culturas, caminar descalzo significa conectar con la Tierra y absorber su energía; científicamente, se ha podido demostrar que este hábito reduce el conteo de glóbulos blancos y aumenta el número de glóbulos rojos, lo que deriva en una mayor resistencia inmune ante algunas enfermedades.

Otro aspecto que te dará una razón más para dejar que tus niños caminen descalzos es que, con unos minutos al día de tener contacto directo con el suelo, recibirán un mayor número de antioxidantes y mejorarán sus patrones de sueño, algo que ayuda a que los niños tengan mayor energía y concentración durante el día.

2. Es bueno para el desarrollo de los niños

En términos generales, el andar descalzo representa una oportunidad para que los niños desarrollen conexiones neuronales; esto ocurre cuando se estimulan las miles de terminales nerviosas y los sistemas propioceptivo y vestibular en el cerebro de los niños. 

Caminar descalzo también contribuye con el desarrollo de habilidades relacionadas con la coordinación y el equilibrio, al fortalecer los músculos que rodean los tobillos y que se encuentran a lo largo de las piernas. Un beneficio añadido es la adquisición de una mejor postura.

1. Andar descalzo ayuda en el desarrollo sensorial

En la infancia, quizá quieras retirarle por unos minutos los calcetines a tu hijo mientras este camina en casa, pues hacerlo le dará la oportunidad de descubrir e identificar aquello que le rodea, como lo son nuevos objetos, texturas y sonidos; en consecuencia, desarrollará otras habilidades que le serán útiles para el resto de su vida.

Por ejemplo, en cuanto a los beneficios de que el niño ande descalzo, tendrá más probabilidad de resolver con mayor facilidad algunos problemas, adquirir mayores competencias lingüísticas, regular sus emociones y trabajar en su autoestima ¡No dudes en promover el hábito de caminar descalzo en casa!