Muere a los 79 años Bud Harrelson, jugador emblemático de los Mets
- Muere Bud Harrelson, ícono de los Mets
- Su legado destaca en la conquista de campeonato
- Admirable fortaleza ante el Alzheimer
En una triste noticia para la comunidad del béisbol, Bud Harrelson, el tenaz y seguro torpedero de los Mets de Nueva York, falleció a los 79 años el jueves 11 de enero.
Su legado perdura no solo por su destreza en el terreno, sino también por su papel crucial en la conquista de un inesperado campeonato para los Mets.
La noticia de su muerte fue confirmada por el equipo neoyorquino, revelando que Harrelson perdió la vida en una casa de hospicio en East Northport, Nueva York.
Esto después de una larga batalla contra el mal de Alzheimer, con el cual fue diagnosticado en 2016, de acuerdo The Associated Press.
Carrera en el beisbol
A lo largo de su vida, Harrelson demostró una admirable fortaleza al enfrentar su enfermedad y no dejó de mantenerse activo en el mundo del béisbol.
Siendo copropietario de los Long Island Ducks, un equipo independiente de ligas menores situado cerca de su hogar.
Su historia no solo es la de un destacado jugador, sino también la de un valiente luchador que, incluso en las dificultades, encontró la manera de contribuir al deporte que tanto amaba.
Durante su carrera en las Grandes Ligas, que abarcó desde 1965 hasta 1980, Harrelson se destacó más por su destreza defensiva que por su rendimiento en el bateo.
Momentos destacados
Aunque no brilló en los números ofensivos, fue seleccionado para participar en dos Juegos de Estrellas y se llevó a casa un Guante de Oro.
Sorprendentemente, Harrelson pasó sus primeras 13 campañas con los Mets, siendo el único en vestir la franela del equipo cuando conquistaron sus únicos dos títulos de la Serie Mundial.
El primero de estos títulos llegó en 1969, cuando Harrelson lideró la defensa en el cuadro interior de los ‘Miracle Mets’.
Pero su conexión con la gloria no terminó ahí, ya que regresó en 1986 como el coach de tercera base para celebrar el segundo campeonato de los Mets.
Contribuciones al beisbol
Se convirtió en una figura icónica al dar la señal a Ray Knight para que anotara la carrera de la victoria en el sexto juego del Clásico de Otoño de 1986, un momento que quedará grabado en la historia del béisbol.
Harrelson no solo dejó su huella como jugador y coach, sino que también asumió el rol de director del equipo durante casi dos temporadas.
Llevando con su dirección a los Mets al segundo puesto de la División Este de la Liga Nacional en 1990, según The Associated Press.
Su dedicación y contribuciones le valieron un lugar en el Salón de la Fama del club en 1986, convirtiéndose en uno de los dos primeros jugadores en recibir tal honor, junto a Rusty Staub.
Enfrentamientos y legado imborrable
Sin embargo, la carrera de Harrelson también estuvo marcada por momentos de confrontación, como el histórico altercado con Pete Rose durante la serie de campeonato de la Nacional en 1973.
En ese enfrentamiento, Rose se barrió fuertemente en la segunda base, desencadenando una pelea que vació las bancas.
Aunque mucho menos corpulento que Rose, Harrelson se llevó la peor parte en ese incidente, demostrando su valentía y determinación en cualquier situación.
La partida de Bud Harrelson deja un vacío en la comunidad del béisbol y un recuerdo imborrable.
Reacciones ante la noticia
Su legado vivirá en la memoria de los fanáticos y en la historia del béisbol.
Recordándonos que más allá de los números y estadísticas, son las historias personales y la dedicación lo que realmente deja una huella perdurable.
«Que noticia tan triste. LO AMÉ absolutamente. Descansa en paz, amigo», «Descansa en Paz», «Disfruté viéndolo jugar cuando era niño… ¡actuación con clase! DEP», escribieron en redes.
«Es terriblemente triste saber del fallecimiento de uno de los mejores seres humanos jamás asociado con los Mets», agregó otra persona como despedida.
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