Crónica: En Georgia tenemos a una escoria menos en las calles

• Crónica: En Georgia tenemos a una escoria menos en las calles
• Santiago acaba de ser condenado a cadena perpetua por pervertido
• El desalmado ultrajó sexualmente a las más pequeñas de sus parientes

A Santiago Jaimez le gustaban mucho las niñas. Mientras más pequeñas, más le atraían y varios de sus familiares lo sabían, pero aún así, lo admitían en sus hogares, con la esperanza de que no daría rienda a su instinto bestial para hacerle daño a alguna de sus pequeñas. Pero todos se equivocaron con él, pues terminó abusando de al menos tres inocentes criaturas.

Este hombre quienes sus allegados llamaban ‘Junior’ de cariño era un pervertido de primera, pues supo aprovechar cada mínima oportunidad que tenía para ultrajar a sus sobrinitas e hijastra y a toda niña que tenía la desgracia de cruzarse por su camino. Lo peor de todo es que cuando lo descubrían, los padres de las víctimas no lo denunciaban.

Al verse expuesto se mudaba de estado

Prácticamente el modus operandi de Santiago era el siguiente: cuando violaba a alguna pequeña la amedrentaba para que guardara silencio, pero en dos ocasiones, las niñas se atrevieron a contarle a sus papás, los cuales decidieron no denunciarlo ante las autoridades por respeto a los lazos sanguíneos entre ellos. Tremendo error de su parte.

Y es que, si a ‘Junior’ el hecho de ser parientes le había importado un comino, a ellos tampoco tenía que importarles, pero lo único que hicieron fue reclamarle, logrando con ello que se alejara mudándose para otros estados. Pero ni siquiera el haber quedado expuesto dos veces le sirvió de experiencia para dejar sus malas mañas atrás y no volver abusar a nadie más.

Se vino a vivir a la ciudad de Canton, Georgia

A mediados de 2019, Santiago se mudó a Georgia, a la casa de otros de sus parientes, que también tenía una niña pequeña. Los padres de esa niña habían escuchado de las malas andanzas del hombre, pero no quisieron darle la espalda y le abrieron las puertas de su casa, sin saber que serían sus próximas víctimas.

En julio de 2020 pasó lo que era de esperarse. ‘Junior’ ultrajó a la menor, pero ahora por fin las cosas se hicieron correctamente. Y es que, tras enterarse del abuso, sus papás sí llamaron a la policía para denunciarlo, contrario a lo que habían hecho los anteriores. Los detectives a cargo del caso encontraron suficientes pruebas para arrestarlo y acusarlo por la violación.

Los investigadores no podían creer que siguiera libre

Tras enterarse de que en otros estados había hecho exactamente lo mismo, pero que seguía en la impunidad, las autoridades del condado de Cherokee se propusieron que esta vez todo sería diferente y que se encargarían de que nunca más le volviera a hacer daño a ninguna otra inocente criatura.

La semana pasada Santiago fue sentado en el banquillo de los acusados. En total fueron 18 personas las que testificaron contra él, incluyendo a varias de sus víctimas directas. Al final, el jurado quedó convencido de que era un pedófilo de primera y tras deliberar durante una hora, de forma unánime lo declararon culpable de todas las acusaciones que enfrentaba. Archivado como: Crónica una escoria menos

Cadena perpetua sin posibilidad de salir libre jamás

El juez a cargo del caso, Jackson Harris aplicó entonces el castigo mayor posible al imputado. Prisión de por vida sin ninguna opción a aplicar a futura a libertad condicional. Antes de emitir su sentencia, el magistrado tildó al acusado de ser un ‘vil y despiadado’ y dejando entender que merecía la pena capital, pero que se conformaría con darle cadena perpetua.

La Fiscalía quedó satisfecha con el veredicto: “Pienso que con esta sentencia, las víctimas de este criminal, tanto aquí en Georgia como de otros lugares, finalmente van a sentir paz al saber que su agresor va a pasar el resto de su vida natural en una cárcel y que jamás volverá a lastimar a ningún otro niño más”, declaró la fiscal Shannon Wallace al periódico local Cherokee Tribune. Archivado como: Crónica una escoria menos

Es peligroso cuando las víctimas deciden callar

“Esto prueba el peligro de ignorar a un pequeño cuando denuncia haber sido abusado. El señor Jaimez siempre se salía con la suya y nunca pagó por haber ultrajado a otros niños de su familia. Todos sabían lo que él hacía y cómo era, pero indirectamente le permitieron seguir victimizando a más pequeños”, declaró por su parte Katie Gropper, la otra fiscal a cargo de este caso.

“El mejor chance que nosotros tenemos de proteger a los inocentes niños de futuras agresiones sexuales es educarlos sobre el tema y actuar cuando sea necesario, sin importar los conflictos familiares que esto pueda llegar a causar”, agregó la funcionaria al diario Cherokee Tribune. Completamente de acuerdo. Gracias por leer mi crónica de hoy en MundoNow Hasta la próxima. Archivado como: Crónica una escoria menos