Obama asegura que Trump no se tomó en serio la Presidencia ni la pandemia

• Obama acusó a Trump de no tomarse en serio la pandemia, ni la Presidencia
• “Joe Biden es mi hermano», dijo Obama sobre el candidato demócrata
• El expresidente se burló de Trump

Al llamar a Joe Biden su «hermano»,

Barack Obama acusó el sábado a Donald Trump de no tomarse en serio la pandemia del coronavirus ni la Presidencia.

“Joe Biden es mi hermano. Amo a Joe Biden, y será un gran presidente”, dijo Obama el sábado.

Los demócratas se apoyaron en el primer presidente afroamericano que tuvo Estados Unidos, Barack Obama, para energizar a los votantes afroamericanos en el campo de batalla de Michigan, en el último fin de semana de la campaña 2020.

Obama, el 44° presidente de EE.UU., y Joe Biden, su vicepresidente que quiere ser el número 46°, realizaron manifestaciones tipo autocinema en Flint y Detroit, ciudades predominantemente afroamericanas donde una fuerte participación será esencial para inclinar al estado demócrata a la columna de Biden, después de que Trump ganó ese estado en 2016.

“Tres días hasta la elección más importante de nuestra vida, y eso incluye la mía, que fue bastante importante”, dijo Obama, instando a los demócratas a acudir a las urnas.

Los recuerdos de la victoria de Trump en Michigan y el resto del Medio Oeste Superior todavía están ardiendo en la mente de muchos demócratas, durante este tramo final antes de las elecciones del martes.

Eso deja a Joe Biden en la posición de mantener una ventaja constante en las encuestas nacionales y una ventaja en la mayoría de los campos de batalla, incluido Michigan, pero aún enfrenta la ansiedad de que todo se escape.

Hasta el sábado por la mañana, casi 90 millones de votantes ya habían emitido sus votos en todo el país, según un recuento de The Associated Press. Decenas de millones más votarán cuando cierren las urnas el martes por la noche.

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“¿Nadie asistió a su fiesta de cumpleaños cuando era niño? ¿Estaba traumatizado?», se burló Obama. «El país está atravesando una pandemia. Eso no es de lo que se supone que debes preocuparte».

Mientras tanto, el presidente Donald Trump hizo una jugada agresiva para la decisiva Pensilvania, centrándose principalmente en su base blanca de clase trabajadora.

En un mitin vespertino en Butler, Pensilvania, Trump anunció que había emitido un memorando que insta a las agencias gubernamentales a determinar el impacto del fracking en la economía y el comercio, así como los costos de prohibir la extracción de petróleo y gas a través del fracking.

El presidente ha acusado repetidamente que Biden acabará con el fracking, una gran industria en Pensilvania y otros estados, incluso cuando el exvicepresidente ha dicho que no apoya la prohibición del fracking.

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Los oponentes primarios demócratas más liberales de Biden, incluida su compañera de fórmula, la senadora Kamala Harris, han dicho que apoyan la imposición de restricciones a la industria.

«En otras palabras, si uno de estos maníacos aparece y dice que vamos a terminar con el fracking, destruiremos la mancomunidad de Pensilvania», dijo Trump al anunciar su memorando. «Puedes decir, lo siento».

Más temprano el sábado, en una pequeña ciudad en el condado de Bucks, en el extremo este del estado, Trump planteó preocupaciones infundadas sobre el fraude electoral, señalando específicamente a Filadelfia, una ciudad cuya gran población afroamericana es clave para el destino de Biden en el estado.

“Dicen que hay que tener mucho, mucho cuidado, con lo que sucede en Filadelfia”, acusó Trump. «Todo el mundo tiene que mirar».

El presidente también criticó un fallo reciente de la Corte Suprema, que permitirá a Pensilvania contar las boletas recibidas por correo hasta tres días después del cierre de las urnas.

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El tiempo extra, alegó Trump sin pruebas, permitiría el fraude y potencialmente le negaría una victoria en el estado. «¿Qué está pasando?», preguntó durante un mitin al final de la tarde en Reading, Pensilvania.

«Esa fue una decisión muy decepcionante, pero he tenido muchas decisiones decepcionantes de la Corte Suprema», agregó el presidente.

Varios estudios, incluido uno encargado por el propio Trump, no han logrado descubrir ningún ejemplo significativo de fraude electoral.

A los grupos de defensa del buen gobierno les preocupa que los repetidos llamamientos del presidente a sus partidarios para que controlen las urnas, puedan provocar una intimidación generalizada de los votantes.

Los republicanos están apostando a que Trump puede ganar un segundo mandato aumentando la participación entre sus partidarios más firmes – hombres blancos, sin educación universitaria y votantes rurales – mientras limita la ventaja de Biden con afroamericanos y latinos.

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A los demócratas en varios estados indecisos les preocupa que los votantes de color no estén lo suficientemente entusiasmados con Biden, como para aparecer en los números que necesitan.

En Michigan, el representante Dan Kildee, un demócrata que representa el área de Flint, dijo que había estado presionando durante un par de meses para que Biden u Obama visitaran la ciudad de mayoría afroamericana, donde una crisis de agua que comenzó en 2014 enfermó a los residentes de la ciudad, exponiendo marcadas desigualdades raciales.

«Aparecer importa», dijo Kildee. “El mensaje es importante, no hay duda al respecto. Pero hay un mensaje implícito en aparecer, especialmente en Flint. Esta es una comunidad que se ha sentido abandonada muchas, muchas veces y pasada por alto muchas, muchas veces».

La leyenda del R&B Stevie Wonder actuaría en el mitin Biden-Obama en Detroit.

La campaña de Biden anunció que enviaría a Obama a Florida y Georgia el lunes. Él es el activo más valioso de la campaña para ayudar a energizar a los votantes no blancos, que tanto necesitan los demócratas para derrotar a Trump.

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