Crónica: Merece misericordia y que le reduzcan la pena o no?

• Crónica: ¿Merece misericordia y que le reduzcan la pena o no?
• Mientras que su mujer trabajaba para mantenerlo, él abusaba de su hijita
• Cuando la niña volvía de su escuela, el sujeto satisfacía sus instintos bestiales

Crónica Merece misericordia pena. Ayer compareció en la corte magistral del condado de Gwinnett un salvadoreño que está purgando un buen tiempo de prisión por haber abusado sexualmente de una menor de edad. En febrero de 2020 Fermín Antonio Gómez Cisneros fue condenado a 15 años por sus fechorías, pero ahora está tratando de obtener clemencia y viendo si existe alguna posibilidad de que le reduzcan la sentencia.

La víctima en este caso es la hijastra del centroamericano, a cuya madre le prometió que la cuidaría y protegería mientras que ella trabajaba para sostener el hogar, pero el hombre hizo todo lo opuesto. Todo ocurrió luego de que Fermín tuviera un accidente de trabajo y se viera en la necesidad de tomarse un descanso de varios meses, tiempo en el cual, se quedó a solas con la niña.

Aparte de mantenido fue un descarado

El imputado se quedó entonces a cargo de cuidar al niño que había procreado junto con su pareja y a la hermanita de este, una pequeña de 11 años, que no era hija biológica suya. Pero al verse solo con la menor, Fermín dio rienda suelta a sus instintos bestiales y comenzó a abusar de ella. Primero comenzó a acariciarla por encima de su ropa, pero después escaló y la desnudó para manosearla como quiso.

Afortunadamente, la situación al parecer no pasó a mayores, al menos no se le pudo comprobar nada más en el juicio en su contra. Estos abusos salieron a la luz cuando la madre de la menor decidió tener una conversación muy íntima con ella. Más que de mamá a hija, le habló de amiga a amiga, lo que le dio confianza a la menor de exponerle todo. Archivado como: Crónica Merece misericordia pena

Tenía temor de tener alguna enfermedad venérea

La charla se trataba de las enfermedades venéreas. La madre de la víctima le trataba de explicar que más adelante, cuando ella decidiera comenzar su vida sexual, debía cuidarse mucho para no contagiarse de alguno de tantas dolencias peligrosas que existen hoy en día. “Mamá, tengo miedo de estar ya enferma. ¿Me podrías llevar a ver un médico por favor?”, fue la petición de la chica.

Su madre suspiró, pues temía sobre algo malo: que su niña ya tuviera una vida sexual activa o peor aún, que hubiera sido violada. La mujer comenzó a presionar a la niña para que le contara todo y esta no tuvo más remedio que exponerle lo que su padrastro le hacía cada vez que volvía de la escuela y que ella se encontraba trabajando. Archivado como: Crónica Merece misericordia pena

La tenía completamente amedrentada

La menor agregó que no le había contado antes por miedo al sujeto que la amenazaba de muerte, pero que ahora se sentía más segura ya que él ya no vivía en el mismo domicilio, pues unos hacía unos meses que ellos se habían separado tras tener una serie de problemas personales.

Según la chica, el hombre la penetró varias veces, lo que enfureció a la mujer, quien hizo lo correcto y llamó de inmediato a la policía del condado de Gwinnett para denunciar el hecho. Como era de esperase, en cuestión de minutos la casa de la familia estaba llena de policías. Los oficiales escucharon la versión de la madre y de la menor y decidieron ir a confrontar al entonces sospechoso. Archivado como: Crónica Merece misericordia pena

Se lo llevaron por bocón

Lo encontraron en un apartamento cercano, pues todavía estaba en contacto con su ex, ya que tienen un hijo en común. Tras interrogarlo, los uniformados decidieron arrestarlo. Y es que, aunque Fermín negó haber tenido contacto sexual con la chica y alegó de que ella estaba hablando esas cosas porque no estaba de acuerdo en la relación que acababa de iniciar con su madre.

Pero el salvadoreño se metió en problemas al hablar más de la cuenta. Y es que les dijo a los agentes de que, aunque eso hubiera sido cierto, en su país El Salvador un adulto podría involucrarse con alguien menor sin tener repercusiones legales. Eso hizo que la policía dudara de su versión y decidiera llevárselo.

En el juicio quedó en evidencia su perversión

A principios de 2020 Fermín fue sentado en el banquillo de los acusados y tras analizar detenidamente las pruebas en su contra, un jurado lo encontró culpable del manoseo, mas no así de la violación. Por ende, lo condenaron a purgar 15 años en una cárcel federal y posteriormente, será deportado por ser indocumentado.

Justo el mismo año en que los abusos sexuales estaban ocurriendo y antes de que se separara de su mujer, Fermín fue arrestado dos veces en Gwinnett por manejar sin licencia. En ambas ocasiones lo agarraron por exceso de velocidad, así que tal parece que el sujeto era impaciente. Las dos veces su entonces mujer y madre de su pequeño le ayudó a salir pagando la fianza.

Hasta cierto punto la víctima corrió con suerte

Tuvo tanta suerte de a pesar de que los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) tienen presencia permanente en la prisión de ese condado, no lo detectaron y mejor, porque de ser así, a lo mejor ya lo habrían deportado y los delitos que cometió acá contra la niña hubieran quedado impunes.

Ahora sí este salvadoreño va a tener que armarse de mucha paciencia, porque todavía le esperan 13 largos años tras las rejas y según dicen por ahí, los abusadores de niños no son bien recibidos ahí adentro. Ojalá que este caso abra los ojos a muchas familias, en especial a mujeres que tienen niños pequeños.

Durmiendo con en enemigo

Está comprobado que la mayoría de abusos sexuales lo cometen gente allegada a las víctimas, como familiares cercanos, amigos o vecinos, líderes religiosos, maestros u otras personas de mucha confianza. Ya son tantas las historias de padrastros violadores que he expuesto, pero no me cansaré de hacerlo para que nuestra comunidad reaccione y abra sus ojos.

En el caso particular de Fermín de no haber sido porque la niña sintiera miedo de haber sido contagiada por alguna enfermedad sexual, a lo mejor hasta el día de hoy quizá no se hubiera animado a revelar su más íntimo secreto, lo que significa que su expadrastro seguiría en las calles como si nada. Pero al menos ya está donde merece y espero que el Estado no escuche su clamor de salir libre antes de tiempo. Muchas gracias por leer mi crónica de hoy en MundoHispánico. Hasta la próxima.