La autopsia de Enrique Kiki Camarena Salazar

• Conoce la historia de Enrique Camarena, el infiltrado de la DEA en el crimen organizado
• ¿Cómo fue la vida del agente especial y qué pasó cuando fue descubierto?
• Esto es lo que reveló la autopsia de Enrique Camarena

¿Qué es lo que se encontró en la autopsia de Enrique Camarena? La historia de este agente infiltrado en el crimen organizado mexicano es una que quedará para siempre en la historia; por mucho tiempo, Camarena pudo infiltrarse con un perfil bajo para recabar información acerca del funcionamiento de los carteles de droga mexicanos, pero su historia dio un giro inesperado el 5 de febrero de 1985.

Conoce más acerca de la fascinante y escalofriante historia de Enrique Camarena Salazar, alias el ‘Kiki’, un marine estadounidense que se unió a la Administración de Control de Drogas; bajo esta institución, fue asignado a la agencia de Guadalajara en México, donde comenzaría una historia que quedará para siempre como referente en la investigación de los carteles mexicanos. ¡Conoce qué dice su autopsia!

¿Quién fue Enrique Camarena?

Enrique Camarena, alias el ‘Kiki’, nació el 26 de julio de 1947 en Mexicali, Baja California, México; en 1973, se unió al Cuerpo de Marines de Estados Unidos, donde permaneció por aproximadamente dos años, recibiendo un entrenamiento exhaustivo que posteriormente le serviría para infiltrarse sigilosamente en lo más profundo del cartel de guadalajara.

La encomienda de Camarena fue ganarse un lugar en el cartel de Guadalajara, aprovechando su apariencia latina y sus habilidades para la agricultura; dentro del cartel, el ‘Kiki’ tuvo la oportunidad de romper varios grupos delictivos, aunque quizá un aspecto sorprendente fue el hecho de haber podido mantener un perfil bajo, alejado de la prensa y las noticias.

El secuestro de Kiki Camarena

En 1984, una propiedad de Rafael Caro Quintero (fundador del cartel de Guadalajara) fue invadida por 450 soldados mexicanos. La plantación de mariguana, con una extensión de 1000 hectáreas, albergaba a más de 3,000 trabajadores y generaba ganancias por más de 8,000 millones de dólares al año. Debido a la importancia de este plantío, Caro Quintero ordenó la inmediata localización de Camarena y de otros trabajadores.

Esta operación se consideró como una de las más grandes de la DEA, pero significó la muerte de Enrique Camarena; de acuerdo con algunos reportes, la policía del lugar también estuvo coludida con el cartel de Guadalajara para disponer del cuerpo de los fallecidos, entre los que se encontró el ‘Kiki’, quien fue brutalmente torturado por Caro Quintero y sus socios.

Autopsia de Enrique Camarena: ¿Qué se sabe de su muerte?

¿Qué dice la autopsia de Enrique Camarena? El secuestro del ‘Kiki’ ocurrió el 8 de febrero de 1985, como una orden directa de Rafael Caro Quintero en respuesta a la invasión de Rancho Búfalo, uno de los plantíos de mariguana más grandes de México. A plena luz del día, Enrique Camarena fue capturado y transportado hacia un cuartel en donde sería interrogado y torturado por más de 36 horas.

El interrogatorio realizado a Camarena fue capturado en audio; en él, se reveló una tortura que incluyó la rotura de huesos y dientes, violación y graves quemaduras. Para evitar que muriera, un médico estuvo encargado de reanimarlo para que pudiera continuar contestando al interrogatorio, pero cuando ya no pudo responder, fue asesinado de un golpe en la cabeza.

La muerte de Enrique Camarena: ¿Cuáles fueron sus lesiones?

El cadáver de Kiki Camarena fue encontrado en una zona rural de Michoacán, y el reporte indicó que el cuerpo vestía un “calzón tipo trusa largo color blanco…atado de los pies con cables de cortinero con nudos…vendando de los ojos con tela adhesiva a las sienes…”.

Además, se encontraron lesiones exteriores como fractura biparietal con hundimiento de 15 centímetros, desprendimiento de la uña del dedo anular de la mano izquierda y una herida ocasionada por proyectil en el antebrazo derecho. La autopsia de Enrique Camarena reveló que el cadáver tenía 20 días de haber fallecido, y presentaba una herida producida con arma de fuego con una profundidad de 8 centímetros, dejando al descubierto los huesos de la articulación de la muñeca.