Andrés Ulises Castillo: «El Descuartizador de Chihuahua» en Crímenes de Terror

- Andrés Ulises Castillo, narcomenudista y asesino serial, violó y mató al menos a tres hombres entre 2009 y 2015.
- Atraía a sus víctimas con drogas, las drogaba, violaba y desmembraba sus cuerpos, dejando juguetes como firma.
- Sentencia y justicia: En 2017, fue sentenciado a 120 años de prisión tras ser detenido por el asesinato de tres hombres y un adolescente.
En el nuevo episodio de Crímenes de Terror: La historia de Andrés Ulises Castillo, mejor conocido como «El Descuartizador de Chihuahua».
Revive los horrores de uno de los asesinos seriales más infames de México.
Castillo, quien aterrorizó a la ciudad de Chihuahua entre 2009 y 2015 dejó un macabro legado de violencia.
Pues violó y asesinó al menos a tres hombres y abusó de un adolescente que logró sobrevivir.
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Castillo era un narcomenudista que usaba su acceso a drogas para atraer a sus víctimas.
Se enfocaba en jóvenes consumidores de metanfetaminas, a quienes les prometía sustancias gratuitas.
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Una vez los drogaba, los golpeaba con objetos contundentes para incapacitaros y luego los violaba antes de matarlos.
Después desmembraba los cuerpos con una segueta y dejaba juguetes infantiles sobre los restos, los cuales abandonaba en lugares baldíos.
Entre sus víctimas se identificaron a Lorenzo Ernesto Olivas Barrios, Daniel Alfonso Rodríguez Morales y Fernando Valles Gandarilla.
Todos los asesinatos compartían un patrón similar, caracterizado por un nivel extremo de sadismo.
Cada crimen revelaba una motivación hedonista y una compulsión sexual que guiaba a Castillo.
Estos elementos confirmaban un modus operandi organizado y meticuloso.
El asesinato de Lorenzo Ernesto Olivas Barrios en noviembre de 2015 mostró por primera vez la brutalidad de Castillo.
Los restos de Lorenzo, de 22 años, fueron encontrados desmembrados y parcialmente ocultos en un arroyo.
Sobre los restos, Castillo dejó una pieza de triciclo infantil, una «firma» que utilizaría en sus futuros crímenes.
Este macabro detalle reveló su patrón de sadismo y la naturaleza organizada de sus asesinatos.
Un mes después, en diciembre de 2015, fueron encontrados los restos de Daniel Alfonso Rodríguez Morales, conocido como «El Troya», quien había desaparecido el mismo día de su asesinato.
Su cadáver fue hallado mutilado y oculto en un lugar cercano al de Lorenzo Olivas.
La similitud en los crímenes reforzó la sospecha de que ambos fueron asesinados por la misma persona.
Los restos de Daniel presentaban el mismo patrón de violencia y sadismo que las víctimas anteriores.
La última víctima confirmada, Fernando Valles Gandarilla, fue encontrada enterrada bajo el piso de la casa de Castillo.
Fernando, hermano de un amigo del asesino, fue atacado brutalmente en esa misma casa.
Castillo ocultó su cuerpo en una fosa que cubrió con cemento para esconder el crimen.
La brutalidad del asesinato y el intento de ocultar el cadáver evidenciaron su creciente sadismo.
En 2017, Andrés Ulises Castillo Villarreal fue sentenciado a 120 años de prisión.
Su captura se logró gracias al testimonio de testigos a quienes también sometió a amenazas y violencia.
El caso del «Descuartizador de Chihuahua» es recordado por la extrema brutalidad de sus crímenes.
Además, los elementos simbólicos que usaba para aterrorizar a la comunidad dejaron una marca indeleble en la memoria colectiva.
En la segunda temporada de Crímenes de Terror, José Luis Montenegro analiza los crímenes de Andrés Ulises Castillo.
El episodio explora las motivaciones psicológicas y los detalles macabros del caso.
Se busca entender qué lleva a alguien a cometer actos tan atroces y cómo un asesino serial permanece oculto durante años.
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