Descifrando el inexplicable misterio de los vórtices viles

• Barcos, aviones y personas simplemente han desaparecido
• La ciencia no ha podido explicar lo que ocurre en estos lugares
• Se mantiene vivo el inexplicable misterio de los vórtices viles

¡DESAPARICIONES QUE NADIE PUEDE EXPLICAR! En nuestro planeta existe una enorme incertidumbre sobre ciertos lugares en los que barcos, aviones y personas simplemente han desaparecido, así es como se mantiene vivo el inexplicable misterio de los vórtices viles.

Ivan T. Sanderson, escritor biólogo y un conocedor de experiencias paranormales, realizó una investigación entre los años 1950 y 1960 que dejó plasmada en su artículo «The Twelve Devil’s Graveyards Around the World» en las que hablaba de doce lugares en el mundo aterradores, mortales y en especial, inexplicables.

Descifrando el inexplicable misterio de los vórtices viles

Sanderson publicó en 1972 información sobre lo que él llamó ‘Los doce cementerios del Diablo’, donde menciona a los vórtices viles esparcidos por todo el mundo, aunque lo cierto es que no se ha podido demostrar que haya alguna fuerza misteriosa en ninguno de estos lugares y es por eso que la comunidad científica es escéptica, apuntó Dimensión Alterna.

Lo que sí asegura Sanderson es que estos doce vórtices viles están ubicados a lo largo de líneas de latitud particulares: cinco en la misma latitud al sur del Ecuador y cinco en la misma latitud al norte. Los otros dos son los polos Norte y Sur. En definitiva, como la ciencia no ha podido explicar lo que ocurre en estos lugares, muchos se inclinan a pensar que se trata de fenómenos paranormales o que los vórtices están conectados a «energía espiritual».​

¿Dónde quedan los vórtices viles?

En una investigación, History Latinoamérica detalla dónde quedan estos 12 lugares misteriosos, entre los que quizás el más famoso sea el Triángulo de las Bermudas, un espacio en el Océano Atlántico en forma de triángulo equilátero entre las islas Bermudas, Puerto Rico y la ciudad de Miami. «A la fecha, se le atribuyen a esta zona 54 navíos y 23 aviones desaparecidos», apuntó el medio.

Le sigue el Triángulo del Diablo, en Japón, un lugar en el que desde hace más de mil años han desaparecido desde pequeñas embarcaciones pesqueras hasta grandes buques de la armada e incluso aviones de todo tipo. Por supuesto, su tripulación también ha desaparecido. La creencia local dice que el tiempo en este lugar se detiene.

Vórtice vil en Estados Unidos

El Triángulo de Formosa, ubicado en el Océano Pacífico Norte, también se encuentra en esa escalofriante lista, con la diferencia de que las desapariciones que han ocurrido en este lugar son aún más extrañas y es que, según cuentan, van acompañadas de fuertes resplandores e intensos colores.

También hay una zona al este del Lago Ontario, entre Estados Unidos y Canadá, conocida como el Vórtice de Marysburgh, donde se han registrado naufragios y acciones paranormales. El siguiente de los vórtices viles es el Volcán Hamakulia, al sureste de las Islas de Hawái, donde la combinación de un volcán submarino y un terreno sísmico activo han provocado el hundimiento de varios barcos y aviones que pasaban por el lugar.

De Pakistán a Chile

En la lista también se encuentran la Ciudad de Mohenjo-Daro, en la actual Pakistán, que misteriosamente desapareció y en cuyas ruinas se han encontrado rastros de radioactividad; la Isla de Pascua, una isla chilena en el medio del Océano Pacífico, donde la población desapareció de forma inexplicable y los Megalitos Argelinos, unas ruinas al sur de Tombuctú, impresionante porque los restos de esa civilización se mantienen casi intactos.

Los otros cuatro ‘cementerios del Diablo’ son la Anomalía del Atlántico Sur, una zona del Océano Atlántico en donde se registra gran radioactividad capaz de dañar satélites; el Macizo de Ahaggar, al sur de Argelia, que dicen que ha sido creado por extraterrestres; el Canal de Mozambique, donde se dice que una gigantesca criatura con forma de gusano aún habita en el fondo; y las Islas de la Lealtad, un archipiélago de Melanesia, donde se dice que la gente no es de este mundo.