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Trump no usará mascarilla en mitin en Tulsa: «Hagan lo que quieran»

Pese al evento masivo, el presidente Donald Trump no usará mascarilla en Tulsa hoy, y dijo a sus seguidores que hicieran lo que quisieran.
2020-06-20T09:52:07+00:00
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  • El presidente Donald Trump reveló que no usará mascarilla en su concentración masiva en Tulsa.
  • A pesar del incremento de contagios, Trump dijo que no usará mascarilla en el evento en Tulsa.
  • Se esperan 19 mil personas en el mitin en Tulsa, sin embargo, Trump instó a sus seguidores a hacer lo que quieran con relación a la mascarilla.

Pese al encuentro masivo, el presidente Donald Trump no usará mascarilla en su mitin en Tulsa este sábado, y dijo a sus seguidores que hicieran lo que quisieran.

Como líder de su primer mitin de campaña

a gran escala desde el cierre causado por el coronavirus en todo el país, el presidente Donald Trump dijo que depende de los asistentes si usan o no una mascarilla, ya que prometió una «tarde salvaje», reseñó Newsweek.

El evento se realizará este sábado en el Centro BOK de Tulsa con capacidad para 19,000 personas, a medida que el número de casos de coronavirus continúa aumentando en Oklahoma y a pesar de las advertencias de los expertos en salud pública que han indicado que corre el riesgo de acelerar la propagación de la infección.

Trump defendió la celebración del mitin y declaró a Axios el viernes: «Tenemos que volver a los negocios. Tenemos que volver a vivir nuestras vidas. No puedo seguir haciendo esto. Y creo que es seguro. Creo que es muy seguro».

El Centro BOK ha solicitado un plan escrito sobre distanciamiento social a la campaña de reelección de Trump que describe cómo implementaría las pautas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) para mitigar el riesgo de coronavirus.

El anfitrión de la manifestación dijo que también llevaría a cabo sus propios procedimientos, como colocar partes de plexiglás en algunas áreas y la limpieza regular durante todo el evento.

Trump mascarilla TulsaLas mascarillas también estarán disponibles en el evento para todos los asistentes. Sin embargo, Trump no está instando a las personas a usarlas, a pesar de los consejos del principal experto en enfermedades infecciosas del país, el dr. Anthony Fauci, quien ha dicho que las personas deberían usarlas en grandes reuniones.

«Si la gente quiere usar mascarillas, creo que es genial. Yo no lo haré. No como una protesta, pero no siento que estoy en peligro», expresó Trump al describir las mascarillas como «una espada de doble filo».

«Recomiendo que las personas hagan lo que quieran», agregó Trump al hablar de la mascarilla y el evento en Tulsa.

También se espera que los manifestantes expresen su oposición a Trump en el evento, que se pospuso un día para no coincidir con el Juneteenth, un día que marca el final oficial de la esclavitud en 1865.

El viernes, Trump sugirió en Twitter que cualquier manifestante podría esperar que la policía use la fuerza, diciendo que «los manifestantes, anarquistas, agitadores, saqueadores o vidas tristes» no serían tratados «de la misma manera» como lo habían sido en Nueva York, Seattle y Minneapolis. «¡Será un escenario muy diferente!», advirtió.

Trump reiteró que se siente seguro para realizar la concentración de Tulsa a pesar del trasfondo de un número creciente de nuevos casos de coronavirus en Oklahoma y otros estados cercanos.

«No siento que estoy en peligro», le dijo a Axios. «He conocido a mucha, mucha gente, y hasta ahora aquí estoy”.

Trump obvia la pandemia y las denuncias de racismo en su regreso a la campaña

El presidente Donald Trump reactiva este sábado su campaña electoral con un polémico mitin en Tulsa (Oklahoma) que contradice las recomendaciones de su Gobierno para contener la COVID-19, y en un contexto que le ha merecido nuevas acusaciones de racismo en plena ola de protestas en el país.

En un clima de fuerte tensión, Tulsa se prepara para acoger el mayor acto multitudinario en un espacio cerrado de EE.UU. desde que comenzó la pandemia: un mitin en un estadio con capacidad para 19.000 personas que la campaña de Trump planea llenar por completo.

«Ya se están formando largas filas y multitudes en Tulsa. Mi campaña no ha empezado todavía. ¡Empieza la noche del sábado en Oklahoma!», escribió Trump este viernes en su cuenta de Twitter.

Mientras el mandatario empleaba ese tono festivo, el diario local «Tulsa World» comparaba con un «ciclón» los sucesos que se avecinan en la ciudad, donde las tensiones raciales se han mezclado con los temores de que el mitin de Trump empeore la situación sanitaria en un estado que está en pleno pico de contagios de la COVID-19.

Un «ciclón» en plenas tensiones raciales en EE.UU.

La fecha y el lugar elegidos por Trump para retomar su campaña de reelección han exacerbado las tensiones raciales que vive Estados Unidos desde el homicidio del afroamericano George Floyd a finales de mayo, que han generado una ola de protestas sin precedentes en todo el país.

Tulsa fue la sede de una de las peores masacres de afroamericanos de la historia de 1921, cuando murieron hasta 300 negros a manos de grupos blancos; y además, el mitin de Trump se programó originalmente para este viernes, una jornada conocida como «Juneteenth» que conmemora la abolición de la esclavitud en EE.UU.

Numerosos políticos y activistas afroamericanos consideraron esos factores como un guiño de Trump a los supremacistas blancos, y aunque la campaña del mandatario cambió luego la fecha hasta el sábado, no ha logrado borrar la sensación de muchos negros de que estaba insultándoles en plena ola de protestas.

El presidente se ha defendido con el argumento de que no conocía el significado de la fecha de «Juneteenth», y en una entrevista esta semana con el diario The Wall Street Journal, afirmó que fue un agente negro del Servicio Secreto quien le explicó el significado de esa jornada cuando estalló la controversia por su mitin.

Amenaza a los manifestantes

Varios grupos han convocado protestas contra Trump este sábado en Tulsa, y el mandatario no ha dudado en amenazar a los manifestantes, a los que en las últimas semanas ha tachado de «terroristas» sin distinguir entre la mayoría que protesta pacíficamente y la minoría que ha protagonizado disturbios o saqueos.

«A cualquier manifestante, anarquista, agitador, saqueador o escoria que venga a Oklahoma, entiendan esto: no serán tratados como lo fueron en Nueva York, Seattle o Mineápolis. ¡Será una escena muy distinta!», escribió Trump en Twitter la mañana del viernes.

Su advertencia llegó horas después de que el alcalde de Tulsa, el republicano George T. Bynum, anunciara que había recibido informes de que «personas de grupos organizados que han estado involucrados en comportamientos destructivos y violentos en otros estados» iban a «viajar a Tulsa para causar disturbios» cerca del mitin.

Como consecuencia, Bynum declaró un toque de queda nocturno en el centro de la ciudad desde el jueves hasta el sábado, pero este viernes decidió cancelarlo y afirmó que «ya no era necesario», después de hablar por teléfono con Trump.

El mandatario presionó aparentemente a Bynum para que retirara el toque de queda porque esa medida habría obligado a la Policía local a desalojar del centro de la ciudad a las decenas de simpatizantes de Trump que acampan en la zona, en algunos casos desde el lunes, para asegurarse un buen espacio en el mitin.

Sin mascarilla obligatoria

La campaña de Trump asegura que ha recibido un millón de solicitudes para asistir al acto, y planea llenar al máximo el estadio de baloncesto donde se celebrará, llamado BOK Center.

Ese mitin en un espacio cerrado contradice las recomendaciones de los expertos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC), que piden evitar grandes reuniones en persona donde sea difícil mantener al menos dos metros de separación y haya participantes que llegan desde fuera de la localidad.

Sin embargo, la campaña insiste en que esas directrices son «opcionales» y, aunque planea tomar la temperatura a los asistentes y repartirles mascarillas, no les obligará a ponérselas. Además, para acudir al mitin es necesario comprometerse a no demandar al equipo electoral de Trump si uno contrae la COVID-19 en el acto.

Según el diario The New York Times, la campaña programó el mitin en Oklahoma -un estado conservador que no es clave en las elecciones de noviembre- precisamente por su rápido ritmo de reapertura y sus pocas muertes por coronavirus, pero el acto llega en pleno repunte de los contagios, con un récord de 450 nuevos casos este jueves.

Miedo a una «superexpansión» del coronavirus

La preocupación de que el mitin resulte en un deterioro de la situación sanitaria llevó esta semana a un grupo de residentes y empresarios del barrio afroamericano de Greenwood, situado muy cerca del BOK Center, a demandar esta semana a los gestores del estadio, con el objetivo de evitar la celebración de ese acto multitudinario.

No obstante, el Tribunal Supremo de Oklahoma desestimó este viernes la demanda, lo que allana el camino para la celebración de un mitin que congregará a decenas de miles de personas durante al menos cinco horas -las puertas del estadio se abren mucho antes del discurso de Trump- en un espacio cubierto.

«Estamos en medio de una pandemia», recordó esta semana el director del Departamento de Salud de Tulsa, Bruce Dart, al advertir en una rueda de prensa de que el mitin puede provocar una «superexpansión» del coronavirus en la ciudad.

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