¿Te auto-saboteas? 15 razones por las que eres tu propio obstáculo en el trabajo
Imagina esto: Has tenido el mismo trabajo por años, trabajas duro, estás enfocada, dedicada, eres leal, y sin embargo sigues siendo ignorada cuando se trata de bonos y ascensos. Y ese tontito en el cubículo junto al tuyo acaba de recibir un montón de proyectos nuevos que deberían haber sido tuyos. ¿Suena familiar? Desafortunadamente muchos hemos estado ahí y no es divertido.
La dura verdad es que podría ser tu culpa. No porque no tengas las habilidades, las ganas o la ética laboral. Podrías ser una víctima de auto-sabotaje y ni siquiera darte cuenta. Piénsalo. ¿Alguna vez te socabas a ti misma en el trabajo? Nadie quiere ser la causa de su propia desgracia y el primer paso es darse cuenta de que tienes un problema. Aquí hay 15 señales obvias de que estás siendo tu propio obstáculo en el trabajo, lo que esperamos que te ponga a pensar en los peligros del auto-sabotaje.
1. No pides lo que quieres
Si no tienes el valor de pedir más (más responsabilidad, más trabajo, más dinero…) entonces nunca tendrás lo que quieres o mereces.
2. Usa tus palabras sabiamente en el trabajo
Si no hablas directamente, inteligente y eficientemente, perderás la atención de tus compañeros, tus clientes y tu jefe. Intenta ser concisa y evitar argumentos largos. Puedes usar 25% menos de palabras al hablar o escribir y lograr transmitir tu mensaje.
3. No te quejes
Claro, el trabajo no siempre es divertido. Y sí, podrías llenarte de tareas que no te gustan y definitivamente tendrás que trabajar con personas desagradables de vez en cuando. No siempre se trata de ser feliz, sino de cómo manejas los momentos en los que no lo eres, eso te definirá como empleada. Cuando las cosas se pongan duras no te quejes con tus compañeros, espera hasta llegar a casa para descargarte.
4. Comparte tus ideas en el trabajo
Si tienes grandes ideas, ¡compártelas! No dudes en hablar en las juntas o sesiones de lluvia de ideas. Tu jefe no lee la mente así que si no participas no sabrá lo inteligente que eres.
5. Sé siempre profesional
Es genial que puedas tener una relación cordial con tu equipo y tu jefe. Tener amigos en el trabajo puede hacer que se sienta menos como trabajo. Pero ten cuidado. Nunca olvides mostrar también un nivel de profesionalismo y respeto en la oficina.
6. Chismes
Si pensaste que los chismes y el drama terminaron en la prepa, estabas equivocada. Ese tipo de tonterías te siguen a todas partes, incluso a tu oficina. No se trata de encontrar una oficina en la que no haya drama, el truco es alejarte del drama de otras personas. Enfócate en tu trabajo y tu vida y déjale el chisme a los demás.
7. No puedes lidiar con las críticas
Aprender a aceptar las críticas no sólo es parte de cualquier trabajo, es parte de la vida. Sólo puedes hacerte más fuerte si estás dispuesta a examinar tus debilidades. No te auto-sabotees tomando la crítica constructiva de manera personal y no seas demasiado sensible cuando se te dé retroalimentación que no te guste.
8. Siempre llegas tarde al trabajo
Si eres la última en llegar al trabajo, serás la última en tener un ascenso. Llega a tiempo, e incluso llega temprano. Empieza antes en tus proyectos, muestra iniciativa y que eres responsable. Llegar tarde implica que no te importa y esa es una manera de sabotear tu carrera sin importar dónde trabajes.
9. No tienes cuidado
Si tu trabajo es descuidado refleja pocas habilidades y esfuerzo. Incluso si tienes lo que se requiere para hacer algo perfecto, si no revisas tu trabajo y te tomas el tiempo de asegurarte de que sea de calidad, entonces tu jefe asumirá que no te importa.
10. Tiendes a ser negativa en tu ambiente de trabajo
Incluso si no es intencional, cuando hablas de manera negativa, matas las ideas de otros y haces muecas más de lo que sonríes, la gente no querrá trabajar contigo. Y si la gente no quiere trabajar contigo, entonces ten por seguro que no querrán ascenderte.
11. Tienes una mala actitud
Conoces el dicho “el cliente siempre tiene la razón.” Bueno, quizá no siempre la tienen, pero sin duda requieren tu respeto si planeas hacer negocios con ellos. Si tienes una mala actitud entonces no sólo tus clientes se negarán a trabajar contigo, sino que tu jefe podría hacerlo también.
12. Eres terca
Cuando se trata del auto-sabotaje, el cambio es la única manera de mejorar. Así que incluso cuando pienses que no necesitas cambiar, necesitas escuchar retroalimentación, interiorizar los consejos y mejorar de manera visible. Si no luces abierta al cambio, entonces la compañía y tu trabajo cambiarán sin ti.
13. Pareces insegura
La confianza es parte clave del éxito en todos los aspectos de la vida, pero especialmente en tu carrera. Nota: Hay una fina línea entre tener confianza y ser presumida. Muestra que tienes seguridad en tus habilidades e ideas pero también que estás abierta a la ayuda y consejo de otros. Los empleados más seguros son los que saben cuándo pedir ayuda.
14. Procrastinas el trabajo
No esperes por un mejor momento para hacer algo, hazlo AHORA. No hay beneficios de procrastinar cuando se trata del trabajo, y si aplazas un proyecto que podría hacerse ahora no sólo tu trabajo sufrirá, sino que tus probabilidades de ser asignada a posiciones futuras también lo harán.
15. Llevas tu vida familiar al trabajo
A menos que trabajes en casa o con tu esposo no hay motivo para mezclar tu vida profesional y tu vida personal. Traer cualquier problema de relación o estrés de tu casa a la oficina afectará tu desempeño como empleada. De la misma manera, si tienes ansiedad por el trabajo, intenta no dejar que controle a la persona que eres cuando vas a casa. Dividir los aspectos de tu vida te ayudará a ser excelente en todos ellos.