Sueño millonario: Samuel y Sandra Mejía
- Sueño millonario te comparte la historia de Samuel y Sandra Mejía.
- Lo que hoy es un local antes era una van.
- Comparten un poco de su camino recorrido.
Samuel y Sandra Mejía llegaron a Estados Unidos ya hace más de quince años. La idea de venir a este país se dio porque Samuel perdió su trabajo en una empresa financiera.
Luego de ese evento tomaron la decisión de probar suerte en este país y decidieron dejar todo atrás para conseguir sus objetivos de tener mejores posibilidades.
Cuando llegaron aquí no tenían absolutamente nada. Su primer hogar fue un sótano y unos amigos les regalaron una cama y unas cuantas sillas.
En sus palabras, realmente sentían que estaban en ceros, pero tenían la idea de que definitivamente sí había posibilidad de algo bueno para ellos.
Primeros trabajos
Samuel tuvo sus primeros trabajos como muchos de los migrantes que llegan. Del mismo modo, los trabajos que conseguía eran en lugares con un ambiente pesado físicamente y desgastante.
Uno de los primeros fue mesero y otro de ellos en una constructora. Narra que realmente se sentía demasiado cansado al momento de realizar estos.
No obstante, nunca dijo no al trabajo y definitivamente sentía que no siempre sería así, que esto era temporal y que muchas personas, para bien o para mal, pasan por lo mismo.
Un par de tiempo después, se plantearon la idea de emprender algo para ellos. Los productos son de salud y belleza y jamás se imaginaron que crecerían de la forma que lo han hecho.
Crecimiento
La primera bodega que tuvieron fue una van, la cual les era útil para tener los productos, pero no se imaginaron lo que pasaría después de un par de tiempo y de su trabajo.
De una van pasaron a tener una pequeña bodega, luego de eso a un local y posteriormente compraron su propio almacén en el que ya tienen una cantidad considerable de productos.
De hecho, ya tienen almacenes en otros estados y también en otro país lo cual nunca superó lo que pensaron que lograrían con lo poco con lo que arrancaron.
Cuentan y comparten con mucho entusiasmo como de una van pasaron a algo completamente de otra dimensión y de cómo su esfuerzo les rindió frutos y prosperidad.
Consejos
En sus palabras, si tú tienes un don, algo que te gusta, puedes hacer algo propio. Dios te ha dado estos para que tú puedas salir adelante.
Otro consejos que comparten es que nunca dejen de soñar. Ellos pasaron de ser dos personas a casi treinta ahora y no tienen la duda de si tienes un gusto por cierta actividad también puedes lograrlo.
Su historia sirve como un ejemplo de que uno puede crecer mucho más de lo que se imagina.
Sueño millonario se despide por el momento y espera que la historia de Samuel y Sandra Mejía te haya gustado y esperamos que nos acompañes a conocer más historias sorprendentes.