Reos en El Paso ayudan a mover cadáveres del coronavirus (FOTOS)
- Decenas de reos de la cárcel del Condado de El Paso han salido a trabajar moviendo cadáveres
- La ciudad se encuentra frente a un radical aumento de casos y muertes por el coronavirus
- Las autoridades han ordenado el cierre de negocios no esenciales hasta el martes 1 de diciembre
Reos mueven cadáveres coronavirus.
El Paso, Texas atraviesa una crisis tan grave por los decesos del coronavirus, que han tenido que contratar reos para mover cadáveres.
Los presos de la cárcel del Condado de El Paso que sean ‘trustees’ (confiables) recibirán un pago de dos dólares la hora por trabajar en el Instituto Forense, donde mueven los cuerpos de fallecidos por el peligroso Covid-19 que azota al mundo.
En todas las cárceles de Texas existe la clasificación de ‘trustees’ para los reos que trabajan dentro de las prisiones y están detenidos por delitos no violentos.
Los ‘trustees’ en las cárceles ayudan en las cocinas, labores de limpieza en áreas públicas, peluquería, jardinería, lavandería e incluso, algunos con estudios universitarios, pueden echar una mano en las oficinas.
Para muchos ‘trustees’ estar en ese programa les ayuda ante los ojos de los jueces que llevan sus casos, pues los evidencia como personas de confianza para el sistema legal y carcelario de Texas.
De acuerdo a Chris Acosta, el vocero de la Oficina del Alguacil del Condado de El Paso (EPCSO, por sus siglas en inglés) los ‘trustees’ que están trabajando aceptaron ayudar de manera voluntaria luego de acordar el pago por hora.
No todos los ‘trustees’ dentro del centro de detención en El Paso aceptaron ir a mover cadáveres, ya que la invitación fue abierta para todos, pero sólo participan los voluntarios.
De acuerdo con Acosta, el programa para los ‘trustees’ es de lunes a viernes y de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde. Todos los reos que van a la morgue de El Paso están detenidos por delitos menores y requieren de vigilancia mínima.
Los ‘trustees’ ayudan de manera temporal, debido al exceso de cuerpos, a la espera de que lleguen soldados de la Guardia Nacional de Texas a seguir con la tarea.
Acosta explicó que por razones de seguridad no puede revelar exactamente cuántos reos ‘trustees’ trabajan removiendo cadáveres, entre otras tareas.
Las autoridades informaron que todos los hombres que están en el programa recibieron cada uno entrenamiento de seguridad, para evitar contagios y el equipo de protección necesario para realizar su tarea sin riesgos.
De acuerdo con el vocero del EPCSO fueron las propias autoridades sanitarias de El Paso quienes desde la semana pasada solicitaron ayuda al alguacil, para que los ‘trustees’ se sumaran al esfuerzo por las secuelas del coronavirus en la urbe que colinda en la frontera con Ciudad Juárez, en México.
En las estadísticas oficiales del Departamento de Salud Pública del Condado de El Paso tienen actualmente 70 mil 973 casos y 803 muertos, en un aumento que ha puesto a las autoridades en máxima alerta.
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Tan sólo en el recuento oficial hasta el viernes en El Paso apenas en 24 horas, del 12 al 13 de noviembre del 2020, hubo un reporte de 891 casos nuevos de coronavirus, en un alza que no ha visto ningún otro condado de Texas.
De acuerdo a la Comisión de Salud y Servicios Humanos de Texas (HHS, por sus siglas en inglés), hasta el momento de escribir esta historia ya hay más de un millón de casos positivos de coronavirus y con 20 mil 119 muertes.
En las últimas 24 horas, en el conteo oficial hasta las 4:00 de la tarde hora del centro de Texas, se reportaron 7 mil 368 nuevos casos en los condados del estado.
Para prevenir una crisis sanitaria el juez Richard Samaniego, la máxima autoridad del Condado de El Paso, ordenó que los negocios no esenciales se mantengan cerrados por las próximas tres semanas.
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La medida del juez Samaniego, que se reveló este lunes 16 de noviembre, es una extensión de la orden que emitió el pasado viernes 29 de octubre como medida para paliar los contagios.
El condado está luchando por contener nuevas infecciones ya que han superado los 1,000 casos diarios, varias veces, durante las dos últimas semanas.
La decisión del juez Samaniego es efectiva hasta el próximo martes primero de diciembre del 2020 y su medida extrema no ha sido muy bien recibida por diversos sectores políticos en Austin, la capital de Texas.
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Ken Paxton, el fiscal General de Texas, alegó que la medida del juez Samaniego era ilegal y lastima la economía del estado y pidió a un juez federal que contraviniera la orden.
El fiscal Paxton alegaba que las autoridades no pueden imponer restricciones laborales o económicas a los negocios, debido a que eso no era de su incumbencia. Los restauranteros de El Paso apoyaron al fiscal.
La Corte de Apelaciones en Texas, con sede en Austin, está analizando la controversia legal entre las dos partes y hasta el momento de escribir esta historia no se ha pronunciado a favor de ninguna de las dos partes.
El juez Samaniego, en una conferencia de prensa, explicó que «ahora mismo lo único que le pido a la población es que hagamos las cosas correctas, hagámoslo ahora lo mejor que podamos, para que no estemos con este problema de salud en enero o febrero».
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