Prende fuego a familia de inmigrantes por su iPhone
- Prende fuego a familia de inmigrantes por creer que le robaron su iPhone
- Kevin Bui con solo 20 años planificó todo
- Las llamas carbonizaron a los cinco adultos y dos niños
A 60 años de cárcel condenaron a Kevin Bui por prenderle fuego a una familia de inmigrantes africanos tras acusarlos de robarle su iPhone.
El espantoso crimen conmocionó la pequeña comunidad de Green Valley Ranch, en Denver.
Esa noche del 5 de agosto de 2020, en la casa de los inmigrantes no quedó nada.
Las llamas carbonizaron a los cinco adultos y dos niños que descansaban en su interior.
Amistad mortal detras de las llamas
Recuperar su teléfono, para Bui, quien para ese momento tenía 16 años, se volvió una obsesión.
Empezó a rastrear la señal del iPhone por todo el vecindario.
Erróneamente, Bui creyó que en la casa de inmigrantes lo ocultaban.
El adolescente junto a sus amigos, Gavin Seymour y Dillon Siebert, planificó su venganza.
La vivienda de la cuadra 5300 de North Truckee Street fue descrita con el feliz hogar de cinco inmigrantes africanos.
Djibril Diol, de 29 años; su esposa, Adja Diol, de 23 ; y su hija, Khadija Diol, de 12 meses; Hassan Diol, de 25; y su hija de 6 meses, Hawa Baye, vivían en armonía.
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Habían llegado desde Senegal para progresar, cumplir sueños y ayudar a los suyos.
De la noche a la mañana todo se volvió cenizas, muerte y una pesadilla para sus parientes.
Kevin Buise convirtió en el cabecilla, según el fiscal del Distrito de Denver, de esa espeluznante tragedia.
Los adolescentes compraron máscaras y como fantasmas se colaron en la casa para desatar el terror.
Una cámara de seguridad captó su llegada y permitió posteriormente su captura.
Entraron a la casa, provocaron el incendio y luego utilizaron gasolina para propagarlo. El fuego destruyó la casa.
Todos adentro dormían, no tuvieron oportunidad de escapar y se carbonizaron.
Pasaron semanas antes de atrapar a los tres responsables. Todos están hoy tras las rejas.
Bui fue sentenciado a 60 años de cárcel, mientras que Gavin Seymour obtuvo una condena de 40 años y Dillon Siebert de 10, siete en el sistema juvenil.
Pese a la condena, los familiares de las víctimas consideran que el juicio final no tuvo el final que deseaban. Ahora esperan que la justicia divina llegue pronto.