¿Comida más cara? Aranceles al acero amenazan promesa de Trump sobre bajar precios

- La duplicación de aranceles al acero y aluminio por parte de Trump podría elevar los precios de los alimentos en EE. UU.
- Expertos advierten un efecto dominó que alcanzará desde las fábricas hasta los supermercados.
- Los consumidores hispanos serían especialmente vulnerables al alza del costo de la comida.
El expresidente Donald Trump ha retomado una política comercial agresiva basada en fuertes aranceles.
Entre las nuevas medidas destaca el incremento al 50% de los impuestos sobre el acero y el aluminio importado.
Aunque se presenta como una defensa de la industria nacional, esta medida podría impactar al consumidor promedio con el precios de los alimentos.
Particularmente, se espera un alza en los precios de los alimentos, que contradice promesas clave del expresidente.
El acero en el carrito del supermercado

Las latas de sopa, comida para perros o frijoles dependen del acero para su fabricación.
Empresas como Campbell y ConAgra ya advierten que los nuevos costos podrían trasladarse al consumidor y afectar, por ejemplo, el costo de la comida.
El aumento en los materiales metálicos también afecta envases de productos básicos y procesados.
Robert Budway, del Instituto de Fabricantes de Latas, advierte que este efecto es inevitable y generalizado.
Aranceles que pesan más allá de la industria: costo de la comida

El impacto de los aranceles al acero no se limita a productos industriales como autos o tractores.
Expertos señalan que estos impuestos afectan también el transporte, la construcción y la distribución de alimentos.
Cada dólar extra en la cadena de producción se traduce en un aumento en el costo de la comida.
Incluso sectores que no producen acero sentirán los efectos indirectos en sus costos operativos.
Promesas para bajar el precios de los alimentos

Trump prometió reducir los precios de los alimentos, pero sus aranceles podrían tener el efecto contrario.
El encarecimiento de insumos afectará a los fabricantes, quienes no pueden absorber todos los costos.
Esto pone en duda si es viable equilibrar el apoyo a la industria nacional con el bienestar del consumidor.
La tensión entre política industrial y necesidades del hogar podría volverse tema central de debate.
¿Qué significa esto para ti?
Las familias trabajadoras podrían notar un alza gradual en productos esenciales de su despensa.
El costo de la comida aumentaría no solo por los envases, sino también por transporte y maquinaria agrícola.
Los hogares latinos, que dependen de productos enlatados y de bajo precio, serían de los más afectados por un posible aumento del costo de la comida.
El impacto final será una reducción en el poder adquisitivo, justo donde más se sienten las promesas políticas: en la mesa.

