New York: ¿Dejará de ser una ciudad santuario? Conoce más en Sargento, El Podcast
- New York dejará de ser ciudad santuario y cooperará en deportaciones.
- Adams asegura que solo se perseguirá a criminales, no a inmigrantes legales.
- La medida refleja un giro hacia las políticas de Trump.
En el nuevo episodio de Sargento, El Podcast, el Sargento Carlos Cornejo analiza el cambio radical en la política migratoria de New York.
La ciudad dejaría de ser un refugio para inmigrantes indocumentados y colaboraría con las autoridades federales en la deportación de aquellos con antecedentes delictivos.
Este giro fue confirmado tras una reunión entre el alcalde Eric Adams y Tom Homan, zar de la frontera designado por Trump.
En esta reunión, ambos coincidieron en que la seguridad de los neoyorquinos es la prioridad y que los delincuentes no serán protegidos.
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El alcalde Eric Adams había apoyado previamente la política de «ciudad santuario», pero ahora afirma que su compromiso es con la seguridad.
«No seremos un refugio para los que cometan crímenes», aseguró, marcando un cambio significativo en la postura de la ciudad.
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Esta decisión también refleja la postura del presidente electo Donald Trump, quien ha prometido una ofensiva contra la inmigración ilegal.
La ciudad de Nueva York ahora se alinea con la política federal de deportaciones masivas, un enfoque completamente diferente al anterior.
En la reunión, Adams y Homan coincidieron en la necesidad de «perseguir a inmigrantes que cometen crímenes repetidamente».
El alcalde explicó que su equipo legal está evaluando cómo cooperar con las autoridades de inmigración sin violar la política de ciudad santuario.
Este cambio significaría que New York comenzaría a colaborar con agentes federales para deportar a los inmigrantes con antecedentes penales.
Esto se ve como un desafío directo al estatus de la ciudad como refugio para inmigrantes indocumentados.
Adams intentó tranquilizar a los inmigrantes que respetan la ley, asegurando que seguirán teniendo acceso a los servicios de la ciudad.
«Aquellos que siguen las reglas seguirán siendo bienvenidos en Nueva York», dijo el alcalde.
Sin embargo, los inmigrantes involucrados en actos violentos o delitos graves no contarán con esta protección.
Este anuncio ha generado preocupación entre los residentes indocumentados, quienes temen que la medida abra la puerta a deportaciones masivas.
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