Una mujer de Ohio afirma haber visto un «milagro» en la estatua de la Virgen María
- ¡Mujer de Ohio presenció milagro con la Virgen María!
- Asegura que vio algo «inexplicable» con la estatua
- «Sabía que era un milagro», afirmó
En el pequeño y tranquilo pueblo de Cantón, Ohio, un acontecimiento aparentemente milagroso ha capturado la atención de los fieles y ha generado un debate entre la comunidad religiosa.
Connie Liptak, una devota residente, afirma haber sido testigo de un suceso extraordinario.
Esto ocurrió durante la reciente visita de la Estatua Internacional de la Virgen Peregrina de Nuestra Señora de Fátima.
Según Liptak, la estatua inanimada, conocida mundialmente por su gira para difundir el mensaje de Fátima, abrió y cerró sus ojos, un hecho que ella considera un milagro.
MUJER DE OHIO REPORTA MILAGRO DE LA VIRGEN MARÍA
El incidente tuvo lugar el viernes en la Basílica de San Juan Bautista, donde la estatua estuvo en exhibición como parte de su recorrido por el noreste de Ohio.
Liptak, visiblemente emocionada, relató cómo observó lo que ella describe como un claro signo de lo divino, según WJW.
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«Sabía que era un milagro porque la había estado mirando toda la mañana», dijo Liptak.
«Están muy cerradas. Quiero decir, se puede ver claramente que tiene las pestañas caídas», destacó.
¿No le creen?
Sin embargo, a pesar de la ferviente creencia de Liptak en lo que considera un milagro, los líderes de la iglesia local han adoptado una postura más cautelosa.
Aunque no han descartado completamente la posibilidad de un evento sobrenatural, han instado a la comunidad a mantener la calma y a no apresurarse a sacar conclusiones.
«Entendemos que estos momentos pueden ser muy significativos para los fieles», declaró el reverendo David Misbrener a USA TODAY.
«Pero la Iglesia tiene la responsabilidad de investigar a fondo antes de declarar cualquier acontecimiento como milagroso», expresó.
¿Cumplió múltiples milagros?
La historia de la Estatua Internacional de la Virgen Peregrina de Nuestra Señora de Fátima es profundamente venerada por los católicos de todo el mundo.
Encargada en 1947, la estatua fue esculpida bajo las especificaciones de la Venerable Sor Lucía, una de los tres niños pastores que presenciaron las apariciones de la Virgen María en Fátima, Portugal, en 1917.
Estas apariciones incluyeron revelaciones sobre el infierno, profecías de guerra y la necesidad de arrepentimiento y conversión.
Desde entonces, la estatua ha viajado por numerosos países, llevando un mensaje de paz y esperanza, y siendo objeto de gran devoción y fe.