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Mueren abrazados migrantes mexicanos y abandonados por Coyote en desierto de Arizona

Hermanos mexicanos que intentaban cruzar la frontera mueren mientras estaban abrazados. Los migrantes fueron abandonados en el desierto.
2022-08-11T20:27:39+00:00
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Getty Images
  • Dos hermanos murieron al ser abandonados en el desierto
  • Intentaban cruzar la frontera hacía Estados Unidos
  • Fueron encontrados en una posición que conmovió a muchos

Mueren abrazados migrantes mexicanos : El  pasado 27 de mayo. Édgar Mendoza Rodríguez de 37 años y Carlos Enrique Mendoza Santiago de 23 años, salieron de Tuxtepec, Oaxaca. Dejaron su ciudad con la intención de también abandonar su país para dirigirse hacía Estados Unidos y buscar lo que llaman «El sueño americano».

No fue hasta el pasado 9 de agosto, Facundo Mendoza Nolasco marcó al consulado de Yuma, Arizona. Pero la funcionaria que le contestó no se atrevió a darle información ni de Édgar ni de Carlos Enrique, sus dos hijos a los que el coyote abandonó en el desierto de Arizona.

No localizaban ni a Édgar ni a Carlos

No localizaban ni a Édgar ni a Carlos
FOTO: Twitter

De acuerdo con Milenio, dos hermanos mexicanos que emprendieron un tortuoso camino hacia Estados Unidos murieron abrazados en el desierto de Arizona, después de que uno de ellos se deshidrató y el otro se quedó para ayudarlo, aseguró el padre de estos migrantes al medio mencionado.

Facundo Mendoza Nolasco dijo que el propio coyote que guiaba a sus hijos le confesó en una llamada telefónica que los había abandonado en algún lugar remoto de la frontera porque debía continuar su camino con otros migrantes. Su padre se trató de comunicar con ellos, pero no tenía manera de localizarlos. ARCHIVADO DE: Mueren abrazados migrantes mexicanos

Mueren abrazados migrantes mexicanos : Su padre fue notificado del abandono

Mueren abrazados migrantes mexicanos : Su padre fue notificado del abandono
FOTO: Twitter

Facundo Mendoza, de 55 años, supo lo del abandono por boca del propio traficante de personas, los llamados «Coyotes». “Me habló una semana después, el 2 de junio, diciendo que uno de mis hijos (Carlos Enrique) se había deshidratado y que no pudo seguir la caminata”.

“Que la ley de la vida así es en el desierto: si te quedas, te quedas. Le pregunté por mi otro hijo, Édgar, y me contestó que tampoco siguió al grupo, que por la cuestión de que vio a su hermano que no pudo, prefirió quedarse”, relató. Édgar no pensó ni por un momento dejar a su hermano solo. ARCHIVADO DE: Mueren abrazados migrantes mexicanos

Mueren abrazados migrantes mexicanos: ¿A qué se dedicaban los hermanos?

Mueren abrazados migrantes mexicanos: ¿A qué se dedicaban los hermanos?
FOTO; Twitter

Édgar y Carlos se dedicaban a la albañilería en Oaxaca. Salieron de su comunidad, Tuxtepec, el 27 de mayo y murieron pocos días después. El mayor, Edgar Mendoza, de 37 años, dejó cuatro huérfanos. El menor, Carlos Enrique Mendoza, de 23 años, tenía dos hijos y su viuda está embarazada.

Los dos buscaban una vida mejor en el norte. Querían tener las mejores posibilidades para poder mantener a sus respectivas familia y sacarlas adelante. El padre de estos afirmó que un funcionario del Consulado de México en Yuma, Arizona, le dijo que sus hijos murieron, protegiéndose hasta el último momento de los peligros del desierto. ARCHIVADO DE: Mueren abrazados migrantes mexicanos

Murieron estando abrazados

Biden muro Trump
En esta imagen del jueves 10 de junio de 2021, un par de familias de migrantes brasileños pasan por una apertura en el muro fronterizo para llegar a Estados Unidos después de cruzar desde México hacia Yuma, Arizona, para solicitar asilo. (AP Foto/Eugene Garcia, Archivo)

“El consulado me dijo que, como buena pareja de hermanos, los encontraron abrazados. También por eso aseguran que son Édgar y Carlos Enrique”, dijo a Milenio Facundo Mendoza, padre de los indocumentados.  El padre también agregó la conversación que tuvo con sus hijos cuándo los vio por última vez:

“Yo los llevé a Santa Cruz (Veracruz). Allá le dije a uno de ellos: ‘¿Estás seguro de que vas a aguantar?. Y me dijo: Sí, papá. Yo le voy a echar muchas ganas y lo voy a hacer por mis hijos y por mi esposa. Adelante, que dios los bendiga y échenle ganas por su familia, les dije y les di la bendición. Tomaron un carro, y nos despedimos de abrazo y de vista”.

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