La IA también bebe agua: el lado oculto de la tecnología

- IA optimiza el uso hídrico
- Centros de datos consumen agua
- Agricultura inteligente ahorra riego
La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado múltiples sectores, desde la agricultura hasta la gestión urbana.
Sin embargo, su creciente adopción conlleva un consumo significativo de agua, un recurso cada vez más escaso.
A continuación, exploramos cómo la IA impacta en el uso del agua y cómo puede contribuir a su gestión sostenible.
IA: el poder que transforma el mundo

1. Centros de datos: el corazón sediento de la IA
Los modelos de IA, como ChatGPT, requieren enormes cantidades de energía y agua para su entrenamiento y funcionamiento.
El agua se utiliza principalmente para enfriar los servidores en los centros de datos. Por ejemplo, generar un texto de 100 palabras con ChatGPT puede consumir alrededor de 519 mililitros de agua, equivalente a una botella promedio .
Este consumo, multiplicado por millones de consultas diarias, representa una carga significativa para los recursos hídricos
2. Agricultura inteligente: optimización del riego
En el sector agrícola, la IA se emplea para optimizar el uso del agua mediante sistemas de riego inteligentes.
Estos sistemas utilizan sensores y algoritmos para determinar las necesidades hídricas de los cultivos en tiempo real, reduciendo el desperdicio y mejorando la eficiencia .
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3. Gestión urbana del agua: ciudades más inteligentes
La IA también se aplica en la gestión del agua en entornos urbanos.
Por ejemplo, en la Región de Murcia, España, la entidad ESAMUR ha implementado IA para mejorar el tratamiento y reutilización de aguas residuales, optimizando procesos y reduciendo costos.
Rumbo hacia una IA más sostenible

Ante el creciente consumo de agua por parte de la Inteligencia Artificial, algunas empresas tecnológicas están adoptando medidas para mitigar su impacto.
Microsoft, por ejemplo, ha firmado un acuerdo para adquirir toda la energía generada por el reactor nuclear de Three Mile Island, buscando reducir su huella hídrica .
Sin embargo, estas iniciativas aún son insuficientes frente a la magnitud del desafío
5. IA al servicio de la sostenibilidad hídrica
Paradójicamente, la IA también puede ser una aliada en la conservación del agua.
Mediante el análisis de datos y la predicción de patrones de consumo, la IA puede ayudar a identificar fugas, optimizar la distribución y promover un uso más eficiente del recurso hídrico .
Conclusión: un equilibrio necesario
La inteligencia artificial ofrece oportunidades significativas para mejorar la gestión del agua, pero también plantea desafíos en términos de consumo de recursos.
Es fundamental encontrar un equilibrio que permita aprovechar los beneficios de la Inteligencia Artificial sin comprometer la sostenibilidad hídrica.
La adopción de prácticas responsables y el desarrollo de tecnologías más eficientes serán clave para lograr este objetivo.
¿Te imaginabas que la inteligencia artificial también influye en el consumo y la gestión del agua?
FUENTE: National Geographic España / Cadena SER

