Frida Kahlo: símbolo universal de la cultura mexicana

• Francisco Javier Díaz de León, cónsul de México en la ciudad de Atlanta, resalta el valor de Frida Kahlo para cultura mexicana.
• La pintora mexicana es considerada como símbolo universal de la cultura mexicana.
• Mujeres mexicanas inmigrantes siguen su ejemplo con gallardía y tesón.

 La historia la inmortalizó como una de las pintoras más reconocidas en el mundo; ella es Frida Kahlo, quien en la actualidad es considerada un símbolo universal de la cultura mexicana a su máximo esplendor.

La vida de Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón estuvo marcada por tragedias, dolor y sufrimiento, experiencias emocionales que fueron plasmadas en más de 200 obras plásticas y que hoy en día forman parte de la idiosincrasia mexicana.

Admirada y reconocida por muchos en Latinoamérica, Frida Kahlo cautivó a millones de personas con su única manera de expresar sus sentimientos a través de autorretratos, como una vía de escape para analizar su entorno social.

Fuentes documentales sostienen que Frida Kahlo, cuando niña, contrajo poliomielitis, tuvo un terrible accidente durante su juventud que la dejó en cama por mucho años y los problemas matrimoniales con el también pintor, Diego Rivera, la afectaba drásticamente.

Símbolo universal de la cultura mexicana

Cientos de historias, relatos y ensayos se han escrito sobre su vida, posicionando su nombre y sus obras,

la cuales ocupan un puesto importante el modo de vida de los mexicanos.

“Se ha convertido, sin duda, en un símbolo universal que exporta la cultura mexicana a todo el mundo”, argumenta Francisco Javier Díaz de León, cónsul de México en la ciudad de Atlanta de los Estados Unidos.

El diplomático mexicano describe la vida de Frida Kahlo en dos aspectos fundamentales que dejaron una huella imborrable; símbolo del feminismo y defensa de su origen mexicano.

Todas las obras de arte de Frida Kahlo eran desarrolladas en base a ella y a sus experiencias de vida, pues era el camino ideal para expulsar todas sus angustias y dolor, así lo argumenta Javier Díaz de León.

Presumía de su origen mexicano

Frida Kahlo pertenecía a una sociedad de clase media en México y sin importarle su estatus social presumía de su origen mexicano, raíces prehispánicas que nunca quiso abandonar.

El diplomático detalló que la artista plástico sentía un profundo apego por la cultura prehispánica.

“Ella era una persona de la clase media acomodada de la Ciudad de México, pero que al mismo tiempo, de manera muy consciente, presumía de su origen mexicano y sobre todo de las culturas prehispánicas y de cómo se vestía ella, honrando a los pueblos originarios de su país natal”, contó el diplomático de carrera.

Su obra tocó el corazón de las mujeres mexicanas

La pintora de autorretratos era una mujer que resistía a cualquier adversidad y que nunca caía derrotada, es por eso que las mujeres mexicanos siguen ejemplo en cada momento de su vida.

Tal es el caso de María Guadalupe Gil, seguidora de la obra de Frida Kahlo y propietaria de un restaurante mexicano llamado Casa Don Juan en Atlanta, donde los recuerdos de su pintora favorita rodea cada espacio de su proyecto gastronómico.

“Para mí, Frida Kahlo ha sido una mujer muy emprendedora que se destacó brillantemente como mujer luchadora en la década de los 30, una distinción difícil de alcanzar en esa época”, relató la madre mexicana.

Dijo que las obras de la inmortal mexicana trasmitían un verdadero sentido.

“En cualquier parte de México encuentras cosas de Frida, desde un llaverito, chaquetas y ropa cómoda con su imagen. Eso es algo muy bonito para nosotros”, dijo.

• Autorretrato con traje de terciopelo,1926, óleo sobre lienzo, 79,7 X 60 cm.
• Retrato de Miguel N. Lira, 1927, óleo sobre lienzo, 99,2 X 67,5 cm.
• Retrato de Cristina, mi hermana, 1928, óleo sobre madera 99 X81,5 cm.
• El tiempo vuela (autorretrato),1929, óleo sobre fibra dura, 86 X 68 cm.
• Frida y Diego Rivera o Frida Kahlo y Diego Rivera, 1931, óleo sobre lienzo, 100 X 79 cm.
• Henry Ford Hospital o La cama volando, 1932, óleo sobre metal, 30,5 X 38 cm.
• Autorretrato en la frontera entre México y los Estados Unidos, 1932, óleo sobre metal, 31 X 35 cm.
• Mi nacimiento o Nacimiento, 1932, óleo sobre metal, 30,5 X 35 cm.
• Allá cuelga mi vestido o New York, 1933, óleo y collage sobre fibra dura, 46 X 50 cm
• Autorretrato con collar, 1933
• Mis abuelos, mis padres y yo, 1936, óleo y témpera sobre metal, 30,7 X 34,5 cm
• Recuerdo o El corazón, 1937, óleo sobre metal, 40 X 28 cm
• Autorretrato con mono o Autorretrato con changuito y collar de serpientes, 1938, óleo sobre fibra dura, 40,6 X 30,5 cm
• Lo que vi en el agua o lo que el agua me dio, 1938
• El suicidio de Dorothy Hale, 1938/39, óleo sobre fibra dura, 60,4 X 48,6 cm
• Dos desnudos en un bosque, originalmente La tierra misma, 1939
• Las dos Fridas, 1939, óleo sobre lienzo, 173,5 X 173 cm.
• Autorretrato con pelo cortado, 1940, óleo sobre lienzo, 40 X 27,9 cm.
• Diego en mi pensamiento o Pensando en Diego o Autorretrato como Tehuana, 1943, óleo sobre fibra dura, 76 X 61 cm.
• Pensando en la muerte, 1943, óleo sobre lienzo montado sobre fibra dura, 44,5 X 36,3 cm.
• La columna rota, 1944, óleo sobre lienzo montado sobre fibra dura, 40 X 30,7 cm.
• Retrato de Doña Rosita Morillo, 1944, óleo sobre lienzo montado sobre fibra dura, 76 X 60,5 cm.
• Moisés o Núcleo solar, 1945, óleo sobre fibra dura, 61 X 75,6 cm.
• Árbol de la esperanza mantente firme, 1946, óleo sobre fibra dura, 55,9 X 40,6 cm.
• El venado herido, 1946, óleo sobre fibra dura, 22,4 X 30 cm.
• Autorretrato con el pelo suelto, 1947, óleo sobre fibra dura, 61 X 45 cm.
• El abrazo de amor de El universo, la tierra (México), Yo, Diego y el señor Xólotl, 1949, óleo sobre lienzo, 70 X 60,5 cm.
• Diego y yo, 1949, óleo sobre lienzo montado sobre fibra dura, 28 X 22 cm.
• Sandías «Viva la Vida» , 1954, óleo sobre masonita, 72 X 52 cm.
• El marxismo dará la salud a los enfermos, 1954, óleo sobre fibra dura, 76 X 51 cm.
• Autorretrato con Stalin, 1954, óleo sobre fibra dura, 59 X 39 cm.
• Fuente: Google 

Otra de mayor importancia con la cual se destacó la artista fue sin duda la “Las dos Fridas”, pintado en óleo en 1939 cuando se divorcia de Diego Rivera.

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