Crónica: Se encierra en su camioneta tras pegarle a su mujer

• Hispano fue arrestado por violento
• Autoridades  lo sacaron por la fuerza
• Disque se había quedado dormido

Las autoridades de la ciudad de Norcross, en Georgia, acudieron al llamado de auxilio de una mujer hispana cuyo marido la estaba maltratando.

Al llegar, la fémina les explicó a los uniformados que su pareja había llegado borracha “como siempre”, pero que en esta ocasión la tomó contra ella.

Denunció que el sujeto la quería agarrar por la fuerza y que ella se negó, lo que lo enojó mucho y comenzaron a forcejear.

Se trata de Luis Gutiérrez Ayala, un ciudadano mexicano de 42 años y quien reside en un vecindario de dúplex, de esa misma localidad.

“Yo no quise usar mi arma de fuego”

Cuando fue abordada por los agentes de la ley y el orden, la mujer les dijo que su marido se estaba empezando a poner violento, razón por la cual llamó al 911.

“No quise defenderme porque soy dueña de un arma y preferí no comprometerme”, señaló la mujer, dando a entender que optó por no meterse en líos legales.

Tras tomar su declaración, los uniformados se dirigieron al interior de la casa, en donde creían que podía estar todavía el agresor, pero no fue así.

Tras buscarlo en vano por cada una de las habitaciones, lo encontraron durmiendo adentro de su camioneta de trabajo.

En un principio se negó a salir

Cuando los policías se dieron cuenta de que estaba echado adentro del automotor, empezaron a tocarle la puerta y ventanas con todas sus fuerzas.

El hispano se negaba a abrirles. Por más que insistieron no hacía nada por acatar las indicaciones de los oficiales.

Sin embargo, al cabo de unos minutos, accedió y finalmente les abrió tras escuchar las amenazas de que lo iban a sacar por la fuerza.

Tras salir, fue revisado detenidamente pues los oficiales querían estar seguros de que no se encontraba armado, lo que podía representar un riesgo para ellos.

La broma le salió en 2600 dólares

Luis Gutierrez fue arrestado en el acto y acusado de dos cargos: violencia doméstica y obstrucción a la justicia, por haberse negado a cooperar con la policía.

Fue recluido en la prisión del condado de Gwinnett, en donde le impusieron una fianza por cada acusación, por lo que le tocó pagar $2600 en total para recuperar su libertad.

Lo irónico en este caso es que su pareja que lo denunció reconoció que ya antes la había maltratado, por lo cual hasta llegó a ponerle una orden de restricción.

Sin embargo, dicho mandato judicial; expiró y ella decidió volver con él. Cosas de la vida. Gracias por haber leído mi crónica de hoy en MundoNow. Hasta la próxima.