Crónica: Policía baja a hispano de su bicicleta justo al salir de la tienda

• Crónica: Policía baja a hispano de su bicicleta justo al salir de la tienda
• Abel López es ejemplo de lo que es tener mala suerte con la ley
• El mexicano acabó preso por no ponerse su casco y chaleco fluorescente

Crónica Policía hispano bicicleta. En Georgia conducir un auto cuando no se cuenta con una licencia válida así sea de otro estado, es considerado un delito que, aunque menor, conlleva a la cárcel. Muchos hispanos saben esto y, por ende, se las ingenian con otras alternativas para evitar meterse en problemas legales.

Pagar taxi, usar el transporte colectivo, caminar y hasta andar en bicicleta son algunas de las opciones que más utiliza nuestra gente con tal de evitar tener un encuentro desagradable con la policía, pero ojo, lo creas o no, también hay reglas para cada una de esas alternativas y si no las acatas, igual puedes acabar en prisión.

A Abel López lo bajaron de su bicicleta: Crónica Policía hispano bicicleta

Anoche, Abel López salió de trabajar de un restaurante de la ciudad de Norcross y como su apartamento queda a unos 15 minutos, decidió irse en su bicicleta, algo que ya había hecho muchas veces antes. Cuando iba a medio camino, pasó por una gasolinera y entró a la tienda para comprar unas golosinas.

Luego, salió del negocio, se subió a su vehículo de dos llantas y se incorporó a la carretera, pero por la acera de los peatones. No había manejado ni siquiera un minuto cuando atrás de él se detuvo una patrulla de esa localidad con sus luces azules prendidas. López sabía que la cosa era con él, pues paró y se bajó en el acto de la bicicleta. Crónica Policía hispano bicicleta

Cometió una serie de infracciones al reglamento vial: Crónica Policía hispano bicicleta

Y es que, aunque no iba en un vehículo motorizado, la ley vial en Georgia tiene ciertas reglas en torno al manejo de bicicletas, entre ellas, que cuando se conduce una durante la noche, la persona debe llevar un chaleco fluorescente, además de un casco y al menos una luz en la parte de enfrente que ilumine su ruta.

De paso, cometió otro error, pues para colmo de males, su salida del establecimiento comercial fue brusca, ni siquiera se detuvo a medias para asegurarse de que no viniera ningún peatón. De hecho, el policía que lo paró casualmente venía por ahí hasta frenó porque creyó que se le metería en la calle. Crónica Policía hispano bicicleta

El agente pretendía darle una advertencia: Crónica Policía hispano bicicleta

La idea del oficial era amonestar al hombre por sus faltas y de paso, enseñarle cómo debía de actuar en adelante para su seguridad y de las demás personas, pero todo resultó completamente diferente. Y es que, de entrada, Abel ‘metió la pata’ como se dice vulgarmente, pues se puso a hablar de más.

“Ya te conozco”, le dijo al oficial nomás verlo. “¿Cómo es que me conoces? Te he arrestado antes”, le cuestionó el agente que de inmediato le pidió que se identificara. Quién sabe si por los nervios o qué, pero el mexicano le dio un nombre completamente distinto al de su documento de identidad. Archivado como: Crónica Policía hispano bicicleta

Ante la duda el agente lo buscó en el sistema

El uniformado se devolvió a su patrulla e introdujo la información del documento en su computadora. Sorpresa: le salió un tremendo repertorio. El ciclista con el que estaba tratando resultó ser todo un personaje En la última década ha sido arrestado en Georgia media docena de veces, la mayoría por delitos gravísimos.

Abel es un exconvicto por distribución de cocaína, posesión de metanfetaminas y por darle falsa información a representantes de la ley, entre otros, razones por la cuales hasta ya había sido deportado en una ocasión. Todo eso le apareció al agente en su búsqueda, por lo que entendió porqué le dio un nombre diferente al principio. Archivado como: Crónica Policía hispano bicicleta

Con semejante prontuario creció la desconfianza: Crónica Policía hispano bicicleta

Tras enterarse de que no estaba hablando con un ciudadano cualquiera, sino que, con alguien con severos antecedentes de violar la ley, el oficial no dudó en arrestarlo por mentirle, pero aún falta más. Luego de que lo metiera en el asiento trasero de su patrulla al igual que la bicicleta que manejaba se enteró de otras cositas.

Y es que tras revisar la mochila que llevaba Abel, el agente y sus compañeros encontraron varias pequeñas bolsas con drogas. Les practicaron algunas pruebas y determinaron que se trataba de cocaína y metanfetaminas, lo que agravó sus problemas legales. Lo confrontaron y él lo negó todo, como era de esperarse.

Lo tienen grabado en video

Este inusual encuentro fue captado en video por las cámaras corporales que portan los policías en sus uniformes, imágenes a las cuales tuvo acceso en exclusiva MundoHispánico. Dichas grabaciones serán presentadas como pruebas en contra del mexicano de 51 años, cuando sea el momento de su juicio.

Por ahora, él ya anda en las calles nuevamente, pues recuperó su libertad unas horas después de su arresto tras pagar 13 mil dólares que un juez estatal le impuso como fianza por las acusaciones que pesan hoy en su contra. De haber caído el año pasado, es casi seguro que habría terminado deportado nuevamente.

Las políticas gubernamentales hoy son menos rígidas

Abel tuvo una gran suerte de que en la cárcel del condado de Gwinnett donde fue recluido ya no estén los agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Y es que este año entró un nuevo alguacil demócrata que lo primero que hizo fue eliminar todo acuerdo con esa agencia federal.

Gracias a ello, hasta sujetos como Abel y otros que comenten delitos serios, son liberados nuevamente. Esperemos que ahora sí aprenda la lección y salga para llevar una vida decente y comportarse de la manera correcta. Gracias por leer mi crónica de hoy en MundoHispánico. Hasta la próxima.