Crónica: Piden identificación a pasajeros de vehículos en Georgia

• Crónica: piden identificación a pasajeros de vehículos en Georgia
• Las autoridades pretenden echarle el guante a prófugos de la justicia
• Legalmente uno no está obligado a cooperar, pero la mayoría de hispanos ceden

Las autoridades de Georgia han adoptado una nueva táctica para detectar personas con órdenes de arresto: su nuevo enfoque es pedir identificación a los pasajeros de autos y camionetas, es decir, los acompañantes del conductor, quienes por lo general andan desapercibidos, como lo ha logrado documentar en las últimas semanas MundoHispánico.

Este medio ha sido testigo de cómo muchas agencias locales de la ley aprovechan las paradas de rutina que sus patrulleros efectúan a diario en las carreteras para hacer contacto con la mayor cantidad de gente posible. De esa manera, frecuentemente logran detectar a personas que son buscadas por la justicia estadounidense.

No importa si es por crímenes o faltas menores

Entre los que ya han caído en manos de la policía, había quienes eran buscados por infracciones menores, pero también otros que eran fugitivos de la ley hasta por delitos graves, lo cual obviamente sí es de celebrar. La semana pasada, este medio presenció cómo varios ocupantes de vehículos, que estaban relativamente confiados, fueron apresados.

Durante un recorrido nocturno que este medio realizó junto al oficial Bennie Peña, del Departamento de Policía de Norcross, pudimos constatar cómo el uniformado aprovecha al máximo su contacto con los tripulantes de los autos que detiene luego de que sus choferes cometieran alguna infracción al reglamento vial.

Policía siempre en alerta: piden identificación a pasajeros

Aunque Peña, de ascendencia dominicana, es uno de los especialistas de la unidad contra el DUI (conducir intoxicado), también le gusta apresar a quienes tienen deudas pendientes con la justicia. El primer caso que presenciamos ocurrió en Jimmy Carter Boulevard luego de que el uniformado se diera cuenta de que un carro hacía frecuentes cambios de carril y sin prender su luz direccional.

Para asegurarse de que todo marchara bien, Peña le prendió sus luces ordenándole que detuviera la marcha. Tras abordar al conductor y explicarle por qué lo había parado, le pidió las identificaciones a sus dos acompañantes, entre ellos una mujer. Al final, un joven acabó esposado detrás de su patrulla. La razón: tenía una orden de detención pendiente por una acusación previa de robo.

Hasta arrestos dobles: piden identificación a pasajeros

Un par de horas después de ese encuentro, otro oficial de apellido Hernández, que pertenece al mismo cuerpo policial, se percató de un auto que iba saliéndose de su carril en la Buford Highway. Hernández lo detuvo creyendo que se trataba de un chofer ebrio, pero se equivocó. Era solo un conductor cansado después de una larga jornada de trabajo.

Sin embargo, debido a que William Andrés Ysla tenía suspendida su licencia, fue arrestado en el acto. A Ysla, quien de acuerdo con los expedientes judiciales nació en Nueva York, un juez estatal le había suspendido el privilegio de manejar por acumular una serie de faltas viales.

Comenzó a violar la ley desde muy chico

Los problemas legales de Ysla comenzaron en 2006, cuando tenía apenas 20 años de edad, y fue acusado dos veces de DUI. En esa oportunidad un magistrado le suspendió la licencia por 12 meses. No obstante, en 2011 y 2013 lo volvieron a atrapar ebrio tras el volante, por lo que ahora su castigo fue mucho mayor.

El agente Hernández no dudó un solo instante en llevárselo a la cárcel por haberse atrevido a conducir sin que aún le hubieran devuelto su licencia. Mientras que Ysla era esposado, a Peña, que había llegado como refuerzo de Hernández, se le ocurrió interrogar a su copiloto.

Ambos fueron a parar ‘al bote’: piden identificación a pasajeros

Peña le preguntó a José Antonio García si él contaba con licencia de Georgia, a lo que este respondió afirmativamente. Peña se la pidió para dejarle saber que de esa manera le darían el vehículo y no iban a tener que llamar a la grúa para que lo remolcara.

García le dio de inmediato su licencia sin contar con que revisaría la computadora de su patrulla para asegurarse de que todo estuviera bien con él. Al uniformado le tomó menos de un minuto darse cuenta de que García tenía una orden de arresto pendiente por un cargo previo de fraude en el condado de Floyd. De esa manera, el mexicano fue a parar a la cárcel al igual que Ysla.

Salieron libres bajo fianza

Ambos fueron recluidos en la prisión del condado de Gwinnett, donde recuperaron su libertad un par de días después tras el pago de una fianza. Una hora después de la detención de García, el oficial Peña paró otro auto que iba con las luces apagadas. La conductora le explicó al oficial que apenas había salido de un establecimiento y no se había percatado de prender las luces.

Como no evidenciaba estar embriagada, el policía le dijo que podía continuar la marcha, pero antes le pidió una identificación a su acompañante. Sin embargo, la mujer, que al parecer sí conocía bien sus derechos, le preguntó que si tenía alguna justificación para interrogarla y este le dijo que no, por lo que declinó entregarle su licencia.

Es opcional cooperar y no una obligación: piden identificación a pasajeros

Y es que legalmente las autoridades solo pueden exigir prueba de identidad a alguien cuando tienen alguna sospecha o “causa probable”. Sin una justificación válida, la persona está en todo su derecho de negarse a cooperar, aunque la mayoría accede consciente de que no debe nada y a veces sin saber qué está poniendo en la ‘boca del lobo’.

En situaciones como estas, abogados penalistas recomiendan que las personas hagan uso a su derecho en primer lugar de guardar silencio, porque todo lo que digan o hagan puede ser usado en su contra. En segunda instancia, aconsejan nunca poner resistencia ante un arresto, porque eso solo complicaría sus problemas legales. Gracias por leer mi crónica de hoy en MundoHispánico. Hasta la próxima.

¿Qué harías si pasas por un ATM (cajero automático) a efectuar una transacción y de repente miras que ahí hay un fajo de billetes? “¡Que bendición!” pensaría a lo mejor cualquiera. Pero hoy sabremos exactamente qué es lo que puedes hacer y lo que nunca debes hacer a menos claro, que quieras meterte en problemas legales.

Paulino García Sánchez es un ejemplo de lo que NO se tiene que hacer. El hombre de 30 años pasó a un cajero de la ciudad de Griffin (Georgia) a retirar algo de efectivo que necesitaba. Para su sorpresa, justo cuando pretendía introducir su tarjeta de débito al aparato, se percató que había dinero por la otra ranura donde se dispensa el efectivo.

En un video que expuso en sus redes el departamento local de policía, se aprecia cómo al ver los billetes, Paulino se quedó pensando qué hacer, al punto que hasta dudó en meter la tarjeta o no, para continuar con su transacción. Al final, después de varios segundos analizando la situación, decidió lo peor.

El sujeto tomó el dinero y lo guardó. Posteriormente introdujo su tarjeta y siguió como si nada. Luego se marchó a su casa, con más efectivo del que inicialmente pretendía llevar. Tremendo error. Aunque realmente se encontró el dinero, era obvio que le pertenecía al conductor que recién había pasado antes que él.

Justo después de que Paulino se marchara, volvió al cajero el verdadero dueño del efectivo que este había tomado. Como era de esperarse, ya no había ahí ni un solo centavo, así es que, con mucho pesar, pues le urgía esa ‘plata’, no tuvo más remedio que llamar a su banco para reportar lo sucedido.

Para su buena suerte, la agencia financiera le dijo que no todo estaba perdido. De inmediato, pusieron una alerta en dicho cajero para que las cámaras de seguridad con la que cuentan todos los ATM guardaran las imágenes posteriores al momento en que él pasó por ahí y fue así como cacharon a Paulino. Para seguir leyendo la historia visita esta nota.