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Crónica: «Por favor no me arrestes. No quiero ser deportado a México»

Crónica: "Por favor no me arrestes. No quiero ser deportado a México." Conductor hispano implora entre llantos a policía que no lo meta preso.
2022-02-04T18:59:37+00:00
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FOTO Especial MH
  • Crónica: «Por favor no me arrestes. No quiero ser deportado a México»
  • Conductor hispano implora entre llantos a policía que no lo meta preso
  • A pesar de sus súplicas acabó en la cárcel, pero para su suerte, no con ICE

Crónica: «Por favor no me arrestes. No quiero ser deportado a México». En menos de una semana, cuatro personas han perdido la vida en el área metropolitana de Atlanta (Georgia) tras sufrir accidentes provocados por conductores borrachos. Tristemente en todas esas tragedias hubo latinos involucrados, tanto como víctimas, así como causantes y lo más lamentable es que esta problemática parece no tener fin porque mucha de nuestra gente no quiere entender que no se debe manejar intoxicada.

Ashley Acosta, de apenas 19 años y el bebé que llevaba en su vientre son las más recientes víctimas inocentes de este flagelo conocido en inglés como DUI. Ambos murieron en el condado de Clayton cuando un gringo borracho se estrelló contra su auto. Emanuel Cortés, el prometido de la chica y padre de la criatura que nunca pudo siquiera ver la luz del sol por culpa de un chofer irresponsable, también resultó herido en dicha colisión.

Crónica «Por favor no me arrestes. No quiero ser deportado a México»: Vemos los ejemplos y no queremos entender

Crónica "Por favor no me arrestes. No quiero ser deportado a México": Vemos los ejemplos y no queremos entender
Departamento de Policía de la ciudad de Morrow

La desgracia que le ocurrió a esta joven familia hispana debería ser suficiente para hacernos entender a todos los que conducimos vehículos motorizados del gran peligro que hay detrás de esta práctica de manejar borrachos, pero lastimosamente no es así, y el mexicano Ramón Sánchez Vásquez, de 26 años, es un claro ejemplo de ello.

A Ramón lo acaban de arrestar en la ciudad de Norcross bajo los cargos de conducir bajo la influencia del alcohol o las drogas, pasarse una luz en rojo, no mantenerse en su respectivo carril, y de paso, comportarse de manera desordenada y obstrucción a la justicia, entre otras faltas que cometió tras el volante.

Crónica «Por favor no me arrestes. No quiero ser deportado a México»: Cometió una serie de violaciones de la ley vial

Crónica "Por favor no me arrestes. No quiero ser deportado a México": Cometió una serie de violaciones de la ley vial
Departamento de Policía de la ciudad de Norcross

La noche de su arresto, el oficial Jonathan Reyes patrullaba las calles de la localidad como de costumbre, cuando de repente se percató de que un vehículo se había pasado un semáforo cuya luz estaba en rojo. De inmediato procedió a perseguirlo para emitirle una multa por dicha infracción al reglamento de tránsito.

Mientras que estaba detrás de dicho auto revisando la información de su placa, este comenzó a salirse de su carril, otra violación de la ley, por ende, lo paró de inmediato prendiéndole la sirena y luces azules. El chofer se metió a un estacionamiento cercano y se detuvo en el acto, que es lo que estaba obligado a hacer.

Crónica «Por favor no me arrestes. No quiero ser deportado a México»:  Le desobedeció las órdenes al oficial Reyes

Le desobedeció las órdenes al oficial Reyes
Departamento de Policía de la ciudad de Norcross

Muy inteligente Ramón solo bajó un poco su ventana para hablar con el uniformado. “Te detuve porque te pasaste una luz en rojo y te ibas saliendo de tu carril. ¿Estás bien?”, le preguntó Reyes al automovilista, que sin pensarlo tanto respondió afirmativamente. “¿Has tomado esta noche? Dime la verdad porque puedo sentirte olor a licor”, le volvió a cuestionar Reyes.

De nuevo el mexicano respondió con un “sí”, seguido de “solo un par de cervezas”. “Por favor bájate del auto para hacerte algunas pruebas”, le indicó el oficial. Ramón le dijo que no se bajaría. “Tienes que bajarte del coche. Te estoy dando una orden directa porque tengo la sospecha que estás cometiendo un delito”. Archivado como: Crónica deportado a México

Lo tuvieron que bajar por la fuerza

Lo tuvieron que bajar por la fuerza
Departamento de Policía de la ciudad de Norcross

Pero Ramón estaba decidido a no bajarse del auto y se aferró al volante. Reyes entonces pidió refuerzos, porque sabía que el conductor podría en algún momento tornarse violento debido a su mala actitud. Dos de sus compañeros que estaban patrullando cerca llegaron al lugar en cuestión de segundos.

Al ver que ya tenía respaldo, Reyes consideró que era momento de bajarlo por las malas. Ramón estaba tan tomado, que se le olvidó ponerle seguro a las puertas, así que los agentes no tuvieron ningún contratiempo para abrírsela. Entre los tres uniformados literalmente lo sacaron por la fuerza del automotor. Archivado como: Crónica deportado a México

Comenzó a llorar como un niño

Comenzó a llorar como un niño
Oficina del Alguacil del condado de Gwinnett

Al verse en el suelo y con sus manos por atrás esposadas, hasta entonces al parecer Ramón cayó en cuenta de que había actuado mal y comenzó a llorar y a pedir perdón e implorar misericordia. “Por favor no me arresten. No quiero ser deportado. Me van a regresar a México y yo no tengo a nadie allá… Please”, les imploraba a los representantes de la ley.

Ya era demasiado tarde. Oficialmente estaba bajo arresto. Para su buena suerte, su peor temor no se hizo realidad, ya que en la cárcel de Gwinnett no hay más agentes de Inmigración. Por ende, pagó su fianza de 2,500 y salió libre unas horas más tarde. Ojalá que aprenda la lección antes de que vaya a causar un accidente fatal si sigue manejando borracho. Entonces sí deseará mejor la deportación. Gracias por leer mi crónica de hoy en MundoHispánico. Hasta la próxima. Archivado como: Crónica deportado a México

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