Crónica: ¡Insólito! DUI por manejar un scooter
- Crónica: DUI por manejar un scooter
- Víctor se metió al mall en su vehículo de dos ruedas
- La seguridad del centro comercial llamó a la policía
Crónica: Un hombre de origen hispano fue a un mall del estado de Connecticut, lo cual es completamente normal. Llegó en su scooter, algo que es permitido en ese lugar.
Pero a pesar de ello, acabó en la cárcel y metido en el peor lío de su vida. Pero y entonces, ¿qué fue lo que hizo Víctor Ayala?
El latino de 33 años cometió una serie de errores mientras manejaba su vehículo de dos llantas y atrajo la atención del personal de seguridad de ese centro comercial.
Los agentes privados llamaron al 911 preocupados por algo que notaron cuando intentaron abordar a Víctor por manejar erráticamente en sus instalaciones.
No tuvieron valor de enfrentarlo
Los guardas de seguridad cuando lo vieron que estaba haciendo piruetas y manejando como loco su scooter, intentaron detenerlo, pero al final desistieron.
No es para menos, pues se dieron cuenta de que Víctor estaba armado. Cargaba a la vista un revólver calibre 38 milímetros.
Y al parecer no es que se amedrentaron, sino que, por la seguridad de ellos, de los clientes y vendedores del lugar, prefirieron no arriesgarse al confrontarlo.
Las autoridades respondieron al llamado de inmediato. Varios oficiales del Departamento de Policía de la ciudad de Meriden acudieron al sitio en cuestión.
Hicieron lo correcto al llamar a los expertos
Los de seguridad no se equivocaron. Y es que Víctor no solo andaba armado, sino que también estaba intoxicado.
Cuando los uniformados lo interceptaron y desarmaron, se dieron cuenta de que se encontraba bajo la influencia de alguna droga.
Lo arrestaron en el acto bajo el cargo de DUI, o sea conducir embriagado, un delito menor en Estados Unidos.
Además, lo acusaron de posesión ilegal de un arma de fuego y de andarla exhibiendo a plena vista de medio mundo.
Interrumpir la paz en un sitio público
Víctor también enfrenta cargos de causar miedo e interrumpir con la tranquilidad de un lugar abierto al público, como lo son los centros comerciales.
Y por posesión de sustancias prohibidas, pues cuando lo revisaron, encontraron en su poder ciertos fármacos ilegales, 289 dólares en efectivo y cuatro teléfonos celulares.
Tras ser detenido, Ayala pidió a los policías que le llamaran una ambulancia porque se sentía mal de salud. Su estrategia de nada le sirvió, pues siempre acabó tras las rejas.
Lo encarcelaron y le asignaron una fianza de $200 mil. Vaya forma de meterse en problemas legales literalmente sin necesidad alguna. Gracias por leer mi crónica de hoy en MundoNow.