Crónica: Apresan a latino por darle órdenes a la policía (VIDEO)

• Crónica: Apresan a latino por darle órdenes a policía (VIDEO)
• Antonio ya tiene varios arrestos, pero nunca aprendió la lección
• El mexicano acabó en la cárcel acusado de conducta desordenada

A sus apenas 28 años, Antonio Barrera Avilés tiene un serio problema con la bebida y todo indica que, por más situaciones desagradables que le han ocurrido, nunca ha sido capaz de escarmentar y enmendar su estilo de vida. En la última década ha sido apresado cuatro veces por delitos relacionados con el licor.

Lo han detenido antes por intoxicación en la vía pública, andar deambulando con botellas alcohólicas abiertas y por conducir en intoxicado, un delito conocido en inglés como DUI. Solo en una ocasión, en 2012, lo acusaron de hurtar productos en una tienda, pero el resto, tienen que ver con la adicción a la bebida. Esa vez, hasta acabó en proceso de deportación.

Crónica apresan a latino por darle órdenes a policía: Pero Antonio acaba de rebasar la copa

El pasado fin de semana, Antonio volvió a ser arrestado, en esta oportunidad por andar metiéndose donde no lo llamaban, haber insultado como quiso a una pareja de policía, desobedecido sus indicaciones y de paso, intentar darles órdenes como que si él fuera su jefe. Otra vez, andaba tomado.

Todo ocurrió afuera de un salón de fiestas en la ciudad de Norcross (Georgia) la noche del sábado. Resulta ser que había un auto mal estacionado a media calle. Un policía local que andana patrullando la zona y que casualmente ingresó al centro comercial vio el vehículo y decidió acercarse para ver qué pasada.

“¿Por qué estas esculcando nuestro auto?”

El oficial Pearson se acercó con su linterna en mano alumbrando hacia adentro del carro y al notar de que había personas adentro, les tocó la ventana para ver mejor hacia el interior, pues estaba demasiado oscuro. “¿Qué hacen acá?”, cuestionó el uniformado. “Estamos esperando a alguien”, le respondió una mujer que iba como conductora.

De inmediato los interrumpió una voz masculina. “Hey tú ¿qué haces revisando nuestro carro?”, le dijo un tipo de camisa blanca, desconocido hasta ese momento. “¿Te parece que estoy revisando el auto?”, le preguntó el representante de la ley y el orden. El tipo comenzó a alzar la voz y ponerse irritado.

“Tienes tres segundos para irte o te vamos a arrestar”

Pearson y su compañero que recién estaba llegando abordaron al hombre, que resultó ser Antonio. Le dijeron que debía marcharse o de lo contrario, será detenido por conducta desordenada y estar intoxicado en la calle. “Sí, uno, dos y tres. Pero no me voy porque nada estoy haciendo mal”, respondió él.

De inmediato, los agentes procedieron a arrestarlo, mientras que él se resistía alegando no deber nada. Cuando lo metieron en el asiento trasero de una de las patrullas, comenzó a maldecir a los uniformados con la palabra en inglés que comienza con ‘F’ y que por respeto a nuestra audiencia prefiero omitir.

Tienen que llevarme al baño ahora mismo

Los oficiales ignoraron todos sus insultos y lo dejaron encerrado en el asiento, mientras que ellos continuaban con las averiguaciones del coche con el que iniciamos esta historia. Unos minutos después, Antonio comenzó a llamar con gritos la atención de los agentes. Cuando fueron a ver qué le pasaba, les dijo que necesitaba ir a orinar.

“En la cárcel podrías ir al baño”, le respondió uno de ellos. “Tienes que llevarme ahora mismo”, ke dijo en todo pesado. “Debes llevarme ya”, le ordenó. Los uniformados nuevamente volvieron a ignorarlo. “Entonces me voy a orinar acá adentro”, amenazó él. “Pues hazlo”, le dijeron. Pero al final, sí logró llegar al centro de detención sin hacer sus necesidades a bordo.

Tuvo suerte de que los tiempos han cambiado

Antonio fue recluido en la prisión del condado de Gwinnett y recuperó su libertad unas horas más tarde tras el pago de una multa de 400 dólares. Que diga que le fue bien, porque de haber cometido esta misma falta antes de que la administración del precinto pasara de tener un sheriff republicano a un demócrata, habría acabado en su país.

Y es que hace un par de años, el antiguo alguacil tenía presencia permanente de agentes de ‘La Migra’ y todo extranjero indocumentado, como es el caso de Antonio, que era arrestado por cualquier causa, era irremediablemente deportado. De hecho, a él ya antes le había pasado, pero se las ingenió para regresarse, aunque evidentemente nunca cambió su estilo de vida. Ojalá ahora por fin aproveche esta nueva oportunidad. Gracias por leer mi crónica de hoy en MundoNow Hasta la próxima.