Condenan a pandillero de la MS-13 por masacre brutal en Long Island

- Condenan pandillero de MS-13
- Víctimas fueron atacadas con machetes
- Banda criminal bajo escrutinio federal
Un miembro de la pandilla MS-13, apodado “Anticristo”, ha sido sentenciado a 55 años de prisión por su rol en una sangrienta matanza en Long Island, Nueva York.
Omar Antonio Villalta, de 29 años, participó en el asesinato a machetazos de cuatro jóvenes en abril de 2017, un crimen que horrorizó a la comunidad local y a las autoridades federales.
La sentencia fue dictada por una corte federal del Distrito Este de Nueva York, donde se detalló el nivel de violencia y planificación del ataque.
De acuerdo con ‘La Opinión’, Villalta, originario de El Salvador, es el sexto condenado por esta masacre que la fiscalía calificó de “atroz” y “premeditada”.
Masacre en Long Island por miembro de la MS-13

Según los fiscales, Villalta conspiró con otros miembros de la MS-13 para emboscar a las víctimas en una zona boscosa de Central Islip.
El ataque fue orquestado bajo la sospecha, nunca confirmada, de que los cuatro jóvenes asesinados eran parte de una pandilla rival.
Las víctimas fueron Michael Lopez, de 20 años; Justin Llivicura, de 16; Jorge Tigre y Jefferson Villalobos, ambos de 18.
De acuerdo con la acusación, dos mujeres integrantes de la MS-13 ayudaron a atraer a los jóvenes a una zona remota, fingiendo una invitación inocente.
Así se planeó el ataque mortal
Una vez allí, más de una docena de pandilleros los rodearon, armados con machetes, cuchillos y garrotes improvisados.
Villalta no solo estuvo presente, sino que distribuyó las armas entre sus compañeros antes de que comenzara la masacre.
La brutalidad del ataque quedó registrada en los informes del FBI: las víctimas fueron ejecutadas y sus cuerpos abandonados en el bosque.
Tras el crimen, Villalta huyó al estado de Virginia, donde meses después volvió a asesinar.
Huyó a Virginia y volvió a matar
La segunda víctima fue Marvin Rivera Guevara, un joven que, según los informes, hizo una señal identificada con la pandilla Calle 18, rival histórica de la MS-13.
Villalta lo convenció para acompañarlo a una zona apartada con el pretexto de consumir marihuana y conocer mujeres.
Una vez allí, lo obligaron a internarse en el bosque a punta de pistola, donde fue asesinado con machetes y cuchillos.
El cuerpo fue arrojado desde un puente hacia un río cercano, como método para encubrir el crimen, según detalló ‘La Opinión’.
Villalta se declaró culpable en 2023
En marzo de 2023, Villalta se declaró culpable de crimen organizado por los cinco asesinatos cometidos.
Durante el juicio, el FBI y la fiscalía describieron a Villalta como un ejecutor despiadado que actuaba como “juez, jurado y verdugo”.
El subdirector del FBI, Ivan Raia, afirmó que estos asesinatos reflejan la violencia sistemática y la lógica de terror que impone la MS-13.
“Este tipo de violencia es una amenaza directa a nuestras comunidades y no será tolerada”, declaró Raia tras la sentencia.
Autoridades reafirman su lucha contra la MS-13
El fiscal federal Breon Peace sostuvo que el caso es parte de un esfuerzo mayor para erradicar a la MS-13 del área de Nueva York.
“Trabajamos incansablemente con nuestros aliados para llevar ante la justicia a quienes destrozan vidas con actos de violencia sin sentido”, dijo en un comunicado.
Desde 2017, más de una docena de personas han sido arrestadas y procesadas por este caso, en lo que se considera una de las mayores operaciones contra la MS-13 en el estado.
Las autoridades indicaron que los crímenes de Villalta se llevaron a cabo con una frialdad extrema, y que su alias, “Anticristo”, refleja su historial violento dentro de la pandilla.
La MS-13, que nació en Los Ángeles pero tiene raíces salvadoreñas, ha sido responsable de múltiples homicidios brutales en Estados Unidos.
Durante su mandato, el expresidente Donald Trump designó a la MS-13 como organización terrorista extranjera y priorizó su desmantelamiento como parte de su agenda de seguridad.
Aunque la sentencia no puede devolver la vida a las víctimas, las autoridades esperan que sirva como un mensaje claro para quienes perpetúan el terror pandillero.
La justicia, aunque tardía, llegó para los familiares de las víctimas que llevan años exigiendo rendición de cuentas, apuntó ‘La Opinión‘.

