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Candidato de Trump para reemplazar a Ruth Bader Ginsburg obtendrá voto del Senado, dice McConnell

Mitch McConnell dijo que habrá votación sobre el candidato de Donald Trump para llenar la vacante dejada por la jueza Ruth Bader Ginsburg.
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Fotos: AP Video: MH
  • Muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg ya desata una tormenta política en Estados Unidos.
  • Candidato de Trump para reemplazar a la jueza obtendrá el voto del senado, aseguró McConnell poco después de que se anunciara el fallecimiento de Ginsburg.
  • Declaración de McConnell sobre candidato de Trump para la Corte Suprema ocurre a pesar de que la jueza pidió no ser reemplazada hasta que haya un nuevo presidente.

El líder de la mayoría republicana en el Senado,

Mitch McConnell, dijo el viernes que realizará una votación sobre el candidato del presidente Donald Trump para llenar la vacante dejada por la jueza Ruth Bader Ginsburg en la Corte Suprema.

En un comunicado emitido poco más de una hora después de que la Corte Suprema dijera que Ginsburg había fallecido, McConnell indicó que el nominado de Trump, que aún no ha sido nombrado, «recibirá el voto del pleno» del Senado, según reseñó CNBC.

De acuerdo con el referido medio, la promesa de McConnell pone en marcha lo que probablemente será una batalla histórica por la Corte Suprema en el fragor de un año electoral que ya es intenso.

Candidato de Trump

La agencia de noticias Efe explicó que para confirmar a un nuevo juez, McConnell necesita una mayoría simple, algo que podría conseguir si 53 de los 100 senadores republicanos se mantienen fieles a Trump.

No obstante, el proceso de confirmación podría complicarse si hay deserciones entre los senadores republicanos más moderados.

Se espera que Trump, quien batalla contra el exvicepresidente Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre, actúe rápidamente para nombrar su candidato conservador.

El presidente no hizo muchos comentarios el viernes por la noche más allá de decirle a los periodistas que Ginsburg “llevó una vida increíble. Ella era una mujer increíble».

En cambio, el candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, consideró que el presidente de Estados Unidos que salga elegido en las urnas el 3 de noviembre debe ser quien elija a un sustituto para Ginsburg.

«Esta noche y, en los próximos días, vamos a estar enfocados en la muerte de la jueza y en su legado imperecedero. Pero para que no haya ninguna duda, déjenme ser claro: los votantes deben elegir al presidente y el presidente debe elegir al juez para que el Senado lo considere», afirmó Biden en una declaración emitida en directo desde su casa en el estado de Delaware y citada por Efe.

En su comunicado, Biden recordó que, en 2016, después de la muerte del juez conservador del Supremo Antonin Scalia, McConnell ignoró al sustituto que había elegido el entonces presidente Barack Obama (2009-2017) y ni siquiera sometió su nominación a voto, con el argumento de que no tenía sentido aprobarlo en un año electoral.

Pero, al contrario de lo que hizo en ese entonces, en la noche del viernes McConnell se comprometió a someter a voto al candidato que Trump seleccione para el Tribunal Supremo, apuntó Efe.

CNBC apuntó que la declaración de McConnell marca un contraste con su cargo en el último ciclo electoral, en el que se negó a realizar audiencias para el candidato del expresidente Barack Obama, pero es consistente con las declaraciones que ha hecho desde que Trump fue elegido.

El comentario del republicano se produce a pesar de los reportes de que Ginsburg le dijo a su familia antes de morir que era su «ferviente deseo» que no fuera reemplazada hasta que se celebraran nuevas elecciones.

CNBC expuso que si para el martes Trump nomina un candidato para reemplazar a Ginsburg, y ese nominado es confirmado antes del día de las elecciones, marcará el período más rápido entre la nominación y la confirmación desde que Ginsburg fue nombrada por el expresidente Bill Clinton en 1993.

En promedio, toma alrededor de 70 días desde la fecha de nominación hasta el voto de confirmación, según el Servicio de Investigación del Congreso citado por el referido medio.

Por otra parte, el demócrata de mayor rango en el Senado, Chuck Schumer, abogó por esperar hasta después de las elecciones.

«El pueblo estadounidense debe tener una voz en la selección de su próximo juez en el Tribunal Supremo. Por tanto, la vacante no debería cubrirse hasta que tengamos un nuevo presidente», escribió en Twitter Schumer, quien usó exactamente las mismas palabras que empleó McConnell para oponerse al nombramiento que hizo Obama, precisó Efe.

La agencia de noticias recordó que el Tribunal Supremo de Estados Unidos está compuesto por nueve jueces con puestos vitalicios y que tienen el poder de cambiar las leyes del país durante décadas. En concreto, juegan un papel crucial en temas como el aborto, los derechos de los migrantes, la privacidad, la pena de muerte y la tenencia de armas.

Los magistrados son nombrados por el presidente y tienen que ser confirmados por el Senado, enfatizó Efe.

Para la derecha cristiana, el Tribunal Supremo es un asunto central y, por eso, este mismo mes, Trump renovó su promesa de nombrar a jueces que se opongan al aborto y prometan proteger el derecho a portar armas.

Ginsburg predijo la tormenta

De acuerdo con el reporte de Efe, la propia jueza sabía que su muerte provocaría una tormenta política en Washington y antes de su fallecimiento dictó a su nieta una frase que fue recogida por la cadena NPR: «Mi deseo más ferviente es no ser reemplazada hasta que haya un nuevo presidente».

De esa forma, Ginsburg dejaba claro que su deseo es que los políticos esperen hasta las elecciones antes de buscarle un sustituto.

Nominada por el expresidente Bill Clinton en 1993, Ginsburg era la jueza de más avanzada edad de los nueve que conforman el Supremo y durante años había sufrido diferentes tipos de cáncer.

Ginsburg había vestido durante casi tres décadas la toga negra del Tribunal Supremo, donde llegó en 1993 como la segunda mujer de la historia que ocupaba un puesto en esta corte, después de toda una carrera dedicada a causas feministas y a los derechos civiles.

En la noche de ayer viernes, la jueza murió los 87 años rodeada por su familia en su casa de Washington, D.C., debido a «complicaciones de una metástasis en el cáncer de páncreas», indicó el Tribunal Supremo.

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