Canadá acelera megaproyectos para reducir su dependencia de Estados Unidos

- Canadá acelera megaproyectos estratégicos
- Busca reducir dependencia estadounidense
- Provincias presionan por oleoductos
Según informa la agencia EFE, el gobierno de Canadá ha lanzado una ambiciosa ofensiva económica para contrarrestar lo que considera una amenaza directa de Estados Unidos.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, anunció este lunes un plan nacional de infraestructura sin precedentes.
El objetivo es claro: blindar la economía canadiense frente a la política proteccionista impulsada por el presidente Donald Trump.
Durante una reunión clave con los mandatarios de las 10 provincias y tres territorios, Carney detalló los pilares de esta iniciativa.
Objetivos estratégicos para reducir dependencia de Estados Unidos

Entre ellos destaca la eliminación de barreras internas al comercio, una medida largamente esperada por sectores productivos.
También se establecerá un nuevo mecanismo para identificar y acelerar proyectos de infraestructura considerados estratégicos.
Con el nuevo sistema, las autorizaciones deberán resolverse en un plazo máximo de dos años.
Actualmente, los trámites para obras de gran escala pueden demorar más de cuatro años, según datos del gobierno federal.
Provincias apoyan con reservas y condiciones

“Queremos atraer inversiones masivas y posicionar a Canadá como una superpotencia energética”, afirmó Carney ante los líderes regionales.
El mensaje político es contundente: Canadá quiere mayor autonomía frente a Washington.
Para el primer ministro, la aceleración de obras no es solo un tema económico, sino una cuestión de soberanía.
El líder de Ontario, Doug Ford, uno de los más afectados por la guerra comercial con EE. UU., apoyó con fuerza la iniciativa.
Presión provincial por infraestructura energética clave

“No olvidemos que Trump ha declarado una guerra económica a nuestras empresas”, sentenció Ford con dureza.
Ontario, el corazón industrial de Canadá, ha visto cómo aranceles y restricciones han afectado su competitividad.
Ford celebró que el plan haya generado un raro consenso entre provincias usualmente divididas.
Pero esa unidad enfrenta desafíos concretos, especialmente en torno al desarrollo de oleoductos.
Alberta insiste en explotar reservas petroleras

Las provincias de Alberta y Saskatchewan exigen acelerar la construcción de nuevos ductos hacia el Atlántico y el Pacífico.
Hoy, el 97 % del petróleo de estas provincias se exporta a Estados Unidos.
Diversificar destinos de exportación se ha vuelto una prioridad geoestratégica para los gobiernos provinciales.
Danielle Smith, jefa de Gobierno de Alberta, celebró el nuevo enfoque del primer ministro Carney.
Infraestructura para reducir dependencia de Estados Unidos
“No escuchábamos este tipo de compromiso desde hace tiempo”, dijo Smith con entusiasmo.
Para ella, no explotar el potencial energético de su provincia sería un error histórico.
Alberta alberga unas reservas estimadas en 1,8 billones de barriles de crudo, con un valor de 9 billones de dólares canadienses.
Eso equivale a unos 6,5 billones de dólares estadounidenses, una cifra clave en cualquier cálculo económico nacional.
Retos ambientales y nuevas conexiones globales
Smith considera que aprovechar ese capital energético es vital para el futuro del país.
Además del petróleo, el plan nacional también impulsa al sector minero y logístico.
Carreteras, trenes, puentes y puertos forman parte del paquete de obras prioritarias.
La meta es integrar mejor a las regiones canadienses y facilitar el acceso a mercados internacionales.
Canadá redefine su autonomía económica global
Pero no todos comparten el entusiasmo por esta visión desarrollista.
Provincias como Quebec y Columbia Británica han sido críticas de la expansión de oleoductos.
Sus gobiernos, junto con múltiples comunidades indígenas, han expresado preocupaciones ambientales y territoriales.
El gobierno federal, sin embargo, insiste en que todos los proyectos deberán cumplir con estándares ambientales rigurosos.

