Aranceles de Trump amenazan empleos en puertos de Los Ángeles y Long Beach

- Aranceles de Trump amenazan empleos
- Importaciones desde China caen
- Comunidad teme impacto económico
Los puertos de Los Ángeles y Long Beach, dos de los más importantes del país, enfrentan una crisis provocada por la guerra comercial impulsada por el expresidente Donald Trump.
El aumento de aranceles sobre productos importados, especialmente desde China, está provocando la cancelación masiva de envíos.
Esta situación no solo afecta el movimiento de mercancías, sino que ya se está reflejando en una disminución significativa del empleo portuario.
Danny Vilicich, presidente del Sindicato de Empleados Marítimos, advirtió que los trabajadores del ILWU están viendo cómo el trabajo comienza a escasear.
Aranceles provocan cancelación de envíos en puertos clave

“Vamos a ver una disminución del trabajo. Nuestra mano de obra no trabajará tanto como está acostumbrada a trabajar”, expresó con preocupación.
Los casi 10,000 trabajadores, incluyendo marineros y supervisores, que dependen de estos puertos ya sienten el impacto de la reducción operativa.
La expectativa es sombría: para mayo, se anticipan hasta 60 “navegaciones en blanco”, es decir, cancelaciones de barcos que ya estaban programados.
Esto significa que las embarcaciones no llegarán, y con ellas, tampoco llegará la carga que genera actividad y empleo.
El puerto de Los Ángeles estima una caída del 35 % en las importaciones durante la primera semana de mayo, comparado con el mismo periodo del año anterior.
Gene Seroka, director ejecutivo del puerto, afirmó que la mayoría de estos productos provienen de China, el principal socio afectado por los aranceles.
“Los comerciantes y los importadores me están diciendo directamente que prácticamente han suspendido las importaciones de China”, explicó Seroka.
“Con aranceles del 145 % sobre esas importaciones, eso significa efectivamente que los productos que salen de China son dos veces y media más caros de lo que eran el mes pasado”, agregó.
Caída en importaciones desde China agudiza crisis
El efecto dominó de esta política comercial afecta no solo a los puertos, sino también a la cadena de suministro y al consumidor final.
Nick Vyas, director del Global Supply Chain Institute de la USC, aseguró que incluso si se frenara hoy la guerra comercial, el daño persistiría por meses.
“O nos vamos a quedar sin algunas cosas, o vamos a tener realmente la inflación en ciertas cosas”, advirtió.
Según Vyas, el desbalance actual del inventario puede tardar hasta seis meses en estabilizarse, en un proceso similar al vivido durante la pandemia de COVID-19.
Esto implica periodos intermitentes de escasez, seguidos por oleadas de reabastecimiento desordenado que afectan a toda la economía.
Vilicich también expresó su temor sobre las consecuencias sociales de la desaceleración portuaria para las comunidades locales.
“Esto va a detener gran parte de nuestra economía aquí en esta zona… Va a afectar a nuestros hijos aquí”, lamentó.
El líder sindical recordó que la actividad portuaria sostiene una red de negocios que incluye restaurantes, tiendas, clubes deportivos y programas juveniles.
Consecuencias sociales y presión política
La caída en el volumen de trabajo amenaza con golpear directamente a esos sectores, aumentando la fragilidad económica de la región.
Además, los efectos colaterales se extienden al campo estadounidense, especialmente a los agricultores y ganaderos.
Seroka subrayó que los productores están teniendo dificultades para exportar, debido a los aranceles de represalia impuestos por otros países.
“El agricultor estadounidense está sufriendo las consecuencias”, afirmó con contundencia.
Vyas, Seroka y Vilicich coinciden en que la única salida viable es que la administración Trump retire los aranceles que originaron esta crisis.
Para ellos, ejercer presión política es urgente si se busca evitar una recesión local con impacto nacional.
Mientras tanto, en los muelles del sur de California, el trabajo disminuye, los barcos no llegan y la incertidumbre crece entre quienes viven del mar y su movimiento.
Y todo esto, advierten los expertos, podría ser solo el comienzo si no se revierte el rumbo de la política comercial, apuntó el medio de ‘ABC News‘.

