Acelera la producción de colágeno natural con un solo ingrediente de cocina

- Producción de colágeno natural.
- Descubre cómo realizar una mascarilla.
- Resultados inmediatos.
En la búsqueda constante por mantener una piel joven y saludable, un sencillo ingrediente de cocina ha captado la atención por su capacidad para estimular la producción natural de colágeno en el cuerpo.
El colágeno es una proteína fundamental que aporta firmeza, elasticidad y resistencia a la piel, músculos, tendones, huesos y articulaciones.
Según el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), esta sustancia es producida naturalmente por el organismo.
Pero su cantidad disminuye con el paso del tiempo, lo que se traduce en signos visibles de envejecimiento.
Luce increíble con este remedio para obtener colágeno

El cuerpo humano cuenta con diferentes tipos de colágeno que cumplen funciones específicas en los tejidos.
Siendo el tipo I el más abundante y responsable de brindar estructura a la piel, huesos y dientes.
TE PUEDE INTERESAR: Aleska Génesis es retenida en Miami tras ser liberada en México
El colágeno tipo II, por su parte, se encuentra en los cartílagos y facilita el movimiento de las articulaciones al actuar como amortiguador natural.
Mientras tanto, el tipo III colabora en el buen estado de músculos, arterias y órganos, y el tipo IV contribuye en los procesos de filtración presentes en la piel a nivel celular.
Pese a que esta proteína se genera de forma natural, su producción puede potenciarse mediante una alimentación balanceada, suplementos y ciertos ingredientes que favorecen su síntesis.
Entre los alimentos que estimulan la formación de colágeno destacan aquellos ricos en vitamina C, zinc, cobre y antioxidantes.
Sin embargo, una nueva preparación casera ha comenzado a viralizarse por su efectividad para reducir arrugas y mejorar la apariencia de la piel, especialmente en las manos.
Se trata de una mascarilla elaborada con ingredientes naturales como fresas, cáscara de naranja, aceite de coco, aceite de almendras y gel de aloe vera.
Cada uno de estos elementos aporta propiedades específicas que fortalecen y nutren la piel desde las capas más profundas, actuando como aliados del colágeno.
Las fresas, ricas en vitamina C, promueven la regeneración celular y combaten los radicales libres, principales responsables del envejecimiento prematuro.
La cáscara de naranja, además de su fragancia natural, aporta antioxidantes que revitalizan la piel y estimulan la producción de colágeno.
El aceite de coco extravirgen actúa como humectante natural, ayudando a mantener la piel suave, tersa y protegida contra agentes externos.
Por su parte, el aceite de almendras es reconocido por sus efectos emolientes, que mejoran la elasticidad y reducen la resequedad.
El gel de aloe vera, con su alto contenido de vitaminas y minerales, calma, hidrata y favorece la reparación de los tejidos cutáneos.
La preparación de la mascarilla es sencilla y se puede realizar en casa sin necesidad de productos industriales ni procesos complejos.
Solo se deben desinfectar cinco fresas, retirar sus tallos y cortarlas en pequeños trozos.
Luego se pela una naranja y se pica su cáscara en fragmentos similares, reservando la pulpa para otro uso.
A continuación, se colocan en un sartén una cucharada y media de aceite de coco junto con una cucharadita de aceite de almendras y se calientan a fuego lento.
Una vez disueltos los aceites, se incorpora la cáscara de naranja y se deja hervir durante unos minutos para extraer sus compuestos.
La mezcla se cuela, se agregan los trozos de fresa, se machacan con un mortero, y se incorpora una cucharada de gel de aloe vera.
Después de mezclar bien, se cuela nuevamente y se guarda en un recipiente de vidrio con tapa hermética dentro del refrigerador.
Esta mascarilla tiene una duración aproximada de un mes si se conserva en frío.
Para aplicarla, basta con tomar una pequeña cantidad, masajearla suavemente en las manos y dejarla actuar por 20 minutos antes de enjuagar con agua.
Se recomienda su uso antes de dormir para aprovechar los procesos regenerativos que ocurren durante el descanso nocturno, según ‘Infobae‘.

