No estás solo: La historia de cómo Ruth Escamilla salvó su vida con el 988
Ruth Escamilla, una mujer de descendencia hispana, estaba sufriendo de depresión y no entendía qué le estaba pasando. Ella no sabía por qué se sentía triste, abrumada y perdida.
Cuando Ruth tenía apenas 10 meses de edad, su familia se mudó del Salvador a los Estados Unidos. Ruth creció en este país y estaba feliz hasta que cumplió 16 años, pues ahí fue cuando se dio cuenta de que algo no estaba bien.
Después de muchos años de vivir con depresión sin darse cuenta de ello, la situación se complicó para Ruth al grado de que intentó quitarse la vida a los 25 años, mientras estaba embarazada. Hoy comparte su historia de lucha y cómo logró seguir adelante con la ayuda del 988.
La historia de Ruth Escamilla
Para Ruth la vida pintaba bien a pesar de los dramas y problemas en su día a día. En general no se sentía demasiado ansiosa o emocional.
En ese entonces, no sabía que padecía una enfermedad mental. Cuando se embarazó de su primer hijo, fue cuando de repente todo empeoró.
Parecía que, de la nada, no podía controlar sus emociones. Estaba triste, lloraba mucho y nada se sentía bien. Se volvió algo tan abrumador que intentó suicidarse porque no quería sentir más dolor.
No entendía qué le estaba pasando. Simplemente quería llorar y no sabía por qué. Todo lo que sabía era que ya no quería vivir y eso la llevó al intento de suicidio.
Querer que el dolor se acabe
El doctor Pierluigi Mancini, presidente del Multicultural Development Institute, dice que: «Una de las realidades que nos comentan los que han sobrevivido a un intento de suicidio es que ellos no querían fallecer».
«Lo que ellos querían era que el dolor parara. Estaban en un nivel de dolor emocional que no veían otra salida».
El especialista ofrece consejos para escuchar: «Apoyar a la persona. Escuchar. Dejar que hablen. Muchas veces alguien se está desahogando y nosotros queremos, inmediatamente, darle la respuesta».
«Tenemos que parar de hacer eso. Tenemos que dejar que la persona se desahogue. Cuando ellos paren de hablar, entonces podemos prestar nuestra voz. Podemos hasta decir cosas como ‘entiendo’, ‘o te estoy escuchando. Estoy aquí'».
Ruth se sentía sola
Ruth se sentía sola, algo que a menudo se escucha en personas que tienen mucha tristeza. No sabía con quién hablar. No obstante, no todo estaba perdido.
Al momento de buscar ayuda en su familia, nadie la juzgó, nadie la estigmatizó por lo que estaba pasando.
En estos casos, el doctor dice que la familia y los amigos son una pieza fundamental de apoyo. Son ellos los que pueden prevenir el suicidio, los que hacen la diferencia cuando un ser querido está en una crisis.
El amor fue una de las piezas claves que, según Ruth, la ayudó a superar su depresión. La comprensión que obtuvo de sus seres queridos hizo la diferencia.
El tabú de las enfermedades mentales en la cultura latina
El cariño de su familia no lo duda, pero admite que las enfermedades mentales no son comúnmente discutidas entre latinos.
Esa es la razón por la que muchas personas no saben cómo ayudar cuando un amigo o familiar está sufriendo, o cómo reaccionar ante ciertas situaciones.
El tabú que existe en relación a las enfermedades mentales y la falta de acceso a la información para tratarla aún es un problema en muchas culturas.
La doctora de Ruth estaba preocupada por ella y por su familia, y fue entonces que le habló del 988 y la forma en la que ellos podrían ayudarla.
Llamando al 988
El 988 ayudó mucho a Ruth, ya que ellos la pudieron orientar y le dieron las herramientas necesarias para entender qué pasaba y también para conectarla con expertos.
Se sintió comprendida por la gente con la que habló y también le inspiraron confianza para hablar de todo lo que estaba sintiendo. Eso hace toda la diferencia cuando una persona siente que está desorientada y luchando.
Este número telefónico también determinar si los que llaman son capaces de buscar ayuda por cuenta propia o si una intervención profesional es necesaria.
La intervención proporcionada por el 988 fue invaluable para Ruth, ya que ofreció ambos, guía y recursos indispensables para entender qué pasaba.
No tengas miedo de hacer preguntas
El doctor pide que no tengamos miedo de preguntarle a un ser querido si todo está bien, si es que ha pensando en hacerse daño. Esta es la única manera que tal vez tengamos para poder saber si necesita ayuda.
Para terminar, Ruth dice que hay esperanza, que sí existe forma de superar lo que te está atormentando. Aunque en la cultura de la que provienes quizá no se hable del tema, hay herramientas para ayudarte a sanar.
Hay gente que se preocupa y quiere oírte. No estás solo. El día de hoy ella se siente amada, siente que pertenece y que tiene una misión.
Por favor, si estás sufriendo, acércate para ser escuchado. Recuerda que no estás solo. Queremos ayudarte. No dudes que hay gente que te ama. En la línea 988 encontrarás una red de soporte que estará para que salgas adelante.
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